Las máquinas de escribir, faxes, guías telefónicas, disquetes y rollos fotográficos son solo algunos objetos del pasado que cayeron en desuso con el avance de la tecnología y el desarrollo de productos con los que fueron sustituidos.
Por cientos de años, los ceniceros han acompañado al tabaco como recipiente de la ceniza, colilla o residuos de este; se han convertido en objetos de colección e incluso han sido parte de la inspiración de literatos y músicos en el mundo. No obstante, la transformación de la industria tabacalera hacia un futuro sin humo y sin cigarros les depara un lugar solo en las vitrinas de los museos.
El dispositivo IQOS, desarrollado por Philip Morris Internacional, podría ser el responsable del desuso de los ceniceros debido a que este nuevo producto de tabaco elimina la combustión y, por ende, el humo y las cenizas inherentes a los cigarros. Actualmente se comercializa en más de 60 mercados de todo el mundo y, tienen ya más de 12 millones de usuarios que han dejado por completo el cigarro.
Ceniceros, próximos objetos de museo
Evolución
El término cenicero se designaba al elemento receptáculo de los desechos de la combustión en los hogares y posteriormente se nombró así al depósito de ceniza del cigarro. Con la globalización del tabaco en el siglo XV, cuando fue exportado desde el recién descubierto continente americano, surgieron los primeros ceniceros con la actual acepción.
Autores refieren que fue el rey Enrique V el precursor de los actuales ceniceros: al recibir puros traídos desde Cuba y encontrarlos de su agrado, pidió un suministro para recolectar las cenizas y tallos. Se dice que desde entonces y durante cientos de años, los ceniceros fueron rudimentarios y de formas simples.
Al iniciar el siglo XX, creció entre las mujeres el hábito de fumar -actividad que hasta entonces era casi exclusiva de los hombres- y con ello surgió una explosión de creatividad alrededor de los ceniceros, que ahora buscaban acercarse a los gustos femeninos.
Para todos los gustos
Durante el siglo XX se fabricaron ceniceros de múltiples materiales, formas y decoraciones, se incorporaron en los automóviles y en los aviones, lo mismo que en espacios públicos como plazas y calles.
Además, surgieron aquellos con el logotipo de las marcas y muchos de ellos se convirtieron en objetos de colección. Entre los más lujosos se pueden contar algunos hechos de oro u otros fabricados en cristal de Baccarat. Actualmente existen ceniceros electrónicos que se abren o cierran automáticamente para evitar malos olores y la ceniza de segunda mano.
Sin embargo, los nuevos dispositivos como el IQOS podrían reemplazar estos objetos, que ya no utilizan fuego para prenderlos la tendencia es que los consumidores están en busca de alternativas que disminuyan los riesgos de fumar y eliminan la combustión.
Contenido patrocinado por @iqos_mx
RRR