¿Qué pensarías si te dijéramos que a partir de ahora, todas sus interacciones sociales y comportamientos diarios van a poder ser calificados gracias a una monitorización completa de sus teléfonos?
Pero no sólo eso. La calificación promedio que tengas, será de suma importancia a la hora de poder acceder a cuidados médicos, conseguir un buen puesto de trabajo, alojarse en determinados hoteles, o disponer de facilidades para comprar una casa.
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Por más que parezca la trama de “Nosedive”, el primer capítulo de la tercera temporada de Black Mirror, no es así. China pretende implementar un sistema de crédito social (SCS) con el que los más de mil 300 millones de ciudadanos se someterán a un sistema de puntuación de registro público, disponible para el resto de habitantes.
De acuerdo información oficial, el sistema que ha estado en fase de prueba desde 2015 a través de la aplicación Alipay de manera voluntaria, será obligatorio para todos a partir de 2020. Se centrará no sólo en tus hábitos de gasto y frecuencia con la que pagas tus deudas, sino que también tendrá en cuenta tus interacciones sociales.
De esta forma, el SCS puntuará negativamente el hecho de socializar con personas con calificaciones bajas.
“Si su puntuación de confianza está por debajo de un límite podría influir en todo: desde la escuela a la que podrán ir sus hijos, los puestos de trabajos a los que se les permitirá acceder y el tipo de préstamo hipotecario al que podrán optar” explicó la escritora Rachel Botsman, autora del libro If you can't trust those in charge, who can you trust?
En resumen, tener puntuaciones altas en el SCS otorgará derecho a unos servicios públicos de mayor calidad y menor coste. Por ejemplo, a partir de los 700 puntos se tiene acceso a mejores condiciones de viaje y 750 otorgan un visado.
Botsman también aseguró que “las transgresiones pueden tener permanencia vitalicia e incluso generacional: su comportamiento podría tener impacto en los hijos o nietos durante décadas”.
Este sistema cuenta con la colaboración de varias empresas privadas que ayudarán optimizar el algoritmo de puntuación. Entre ellas se encuentran Tencent, un gigante de las redes sociales que almacenan una gran cantidad de datos de los usuarios de WeChat, también conocido como el “WhatsApp chino” y Alibaba, que hace lo propio con los clientes de Aliexpres.
Según los medios de comunicación chinos, el SCS consiste “en una aplicación de chat cuya puntuación oscila entre 300 y 950, dividida en cinco categorías: conexiones sociales, comportamiento de consumo, seguridad, riqueza y cumplimiento”.
De esta forma, “si la confianza depositada en un ciudadano se rompe en uno de sus ámbitos vitales (financiero, legal, familiar, laboral, etc.) las restricciones derivadas del mismo tendrán efecto en todos los demás”, según dicta un documento público pequinés.
mrf