El cine para adultos hecho por mujeres puede ayudar a que éstas tengan el poder de liberarse y apropiarse de sus cuerpos y su sexualidad, sin ser tratadas como un objeto, afirmó la directora sueca Erika Lust.
"Estar detrás de las cámaras es tomar el poder, es retratar nuestra sexualidad como nosotras las queremos ver, porque estamos hartas de ser victimizadas y usadas para satisfacer a otros", expresó la realizadora, invitada especial al Festival Internacional de Cine en Guadalajara, que concluye el 16 de marzo.
De acuerdo con Lust, "ahora es el momento que sea sobre nosotras, que sean nuestras historias las que se van a contar".
La directora encabeza una empresa productora que lleva su nombre en Barcelona, España, en la que ha filmado cientos de cortos y largometrajes de corte pornográfico.
En una época en que miles de mujeres han salido a las calles de España y América Latina para exigir igualdad de derechos en medio del movimiento #MeToo, que pretende denunciar los casos de acoso y abuso sexual, la cineasta afirma que el tipo de cine que produce puede ser una vía para que las mujeres comuniquen al mundo cómo quieren ser representadas.
"Estamos en un buen momento para las mujeres de empezar a comunicar al mundo cómo queremos nuestras vidas, cómo queremos vivir y cómo nos queremos representar a nosotras mismas", dijo al término de una charla con estudiantes de cine.
Lust es parte de la delegación de 60 directores que Cataluña trae al Festival como región invitada de honor. Su trayectoria y activismo en favor de las mujeres y la diversidad sexual fue reconocida con el premio Maguey Directora Over the Rainbow.
Su proyecto XConfessions ha recogido por años historias eróticas de todo el mundo contadas por personas comunes. Además de publicarlas en un sitio de internet donde cualquier persona puede leerlas, Lust ha producido unos 120 cortometrajes basados en esos relatos que muestran la "diversidad sexual" que hay en cualquier parte del mundo, reveló.
La mano femenina detrás de la cámara ha aportado una estética y una mirada distintas a la que tienen las películas pornográficas comerciales, consideró.
Agregó que para muchas mujeres puede ser "liberador" ver a otras mujeres "en situaciones de placer", en las que se pueden "reencontrar a sí mismas" e "identificarse" con los personajes principales, algo que los pornógrafos hombres no han logrado pues la imagen que presentan es "bastante sexista".
"El cine pornográfico hecho por mujeres aporta la perspectiva del 50 % de la humanidad. Es ridículo pensar que los que han retratado la sexualidad casi todos han sido hombres hasta ahora. Es muy importante que las mujeres participemos con nuestras vivencias y que comuniquemos con otras mujeres porque ellos no lo han hecho de una manera muy bonita", expresó.
Aseguró que muchas mujeres "están buscando un catalizador para su erotismo" después de pasar por situaciones como embarazos, lactancia o menopausia, en los que su sexualidad cambia.
"El tipo de estimulador que puede llegar a ser la pornografía o la literatura erótica las puede ayudar a ponerse en marcha", dijo.
Para Lust, el cine para adultos hecho por mujeres permite abrir un diálogo sobre sexo y el significado que tiene para hombres y mujeres, y no reproducir los estereotipos de ellos como máquinas de sexo y de ellas como si fueran muñecas inflables.
"Es importante reconocer que la sexualidad no es fija; es fluida, es algo que se despierta muy temprano en nuestras vidas, que va evolucionando y pasa por muchas fases diferentes y que es liberador no tener que definirte una manera muy específica", concluyó.