Acabar con los estigmas y mitos en torno a la cirugía plástica, y mostrarla “como la oportunidad de tener un cambio que mejora la autoestima y potencia la vida de quien se la práctica” a través de los testimonios de pacientes que han sido intervenidos por el doctor Rigoberto Arámburo, es el objetivo de la primera campaña internacional #GraciasDr.Arámburo que se presenta en México.
Su pasión por la cirugía plástica se detonó cuando hacía su Servicio Social en el Instituto de Nutrición; posteriormente estudió en el Hospital Gea González, así como en Colombia, Miami, Nueva York y Suiza. El doctor Arámburo precisó que ante la falta de información real en torno a los beneficios que puede ofrecer la especialidad que práctica, decidió hacer equipo con Pedro Torres y Fernando Marroquint para crear la campaña que está presentado.
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En entrevista con MILENIO, el doctor que opera en el Hospital ABC y en el Hospital Marina Mazatlán, destacó que México es una de las potencias en cirugía plástica, debido a que los costos y el trato son muy convenientes para estadunidenses, canadienses y europeos.
¿Cuál es la propuesta de la campaña?
Esta campaña es muy disruptiva,es la primera de un cirujano plástico para incitar y empoderar a los pacientes a hacer un cambio en su vida. Y no hablamos de un levantamiento facial o una liposucción, no; sino del resultado final, que es emocional, en el cual las personas potencian su vida.
Una persona que se hace un procedimiento estético, que modifica algo que no le gusta físicamente hace un cambio en su alma. Yo lo veo porque muchas de mis pacientes, hombres y mujeres, potencian su vida, mejoran sus relaciones, su desempeño profesional. Y esa autoestima los hace llegar a donde quieren.
En cierta forma esta campaña confronta todo aquello que va en contra de la cirugía plástica. Esa desinformación que existe alrededor, de que ‘no te operes porque te puede pasar algo’ o ‘debes aceptar tu proceso de envejecimiento’, ‘envejece dignamente’. Pero ¿a qué llamas envejecer dignamente? A dejar que exista este proceso natural o haciendo cambios positivos que no tienen que ser iguales en todas las personas. Por eso es muy importante escuchar al paciente.
Con esta campaña queremos dar el mensaje de que está bien hacer cambios y existen personas que les gusta hacérselos.
La experiencia de Alejandra Guzmán creó un precedente y muchas personas por eso tienen miedo a la cirugía plástica, ¿qué debe saber la gente que recurre a esta opción para lucir mejor?
Siempre existen riesgos, por eso hay tres cosas que siempre recomiendo. La primera, acudir con un cirujano certificado; es muy importante que el cirujano tuvo el proceso de formación adecuado para el procedimiento, y también para tratar alguna complicación porque puede existir. Segundo, hacerlo en un hospital certificado; en muchas ocasiones las cirugías se realizan en clínicas o en lugares que no están aptos para tratar alguna situación. Es importantísimo saber que se encuentra todo en óptimas condiciones para hacer una cirugía plástica.
Y la tercera es saber que estás física y mentalmente bien, tu cuerpo tiene que estar en excelentes condiciones para hacer una cirugía; y también mentalmente porque cuando una persona realiza un procedimiento, y si se encuentra con ansiedad o depresión, puede agravar el proceso.
¿Cómo saber que es un médico y un lugar certificado?
Tienes que entrar a la página del Consejo de Cirugía Plástica y Estética, y buscar al cirujano que esté certificado; el hospital, lo puedes buscar en internet del hospital si tiene las certificaciones correspondientes que pueden ir desde certificaciones nacionales, hasta los que tienen certificaciones internacionales.
¿Cuáles son las cirugías más comunes?
México ocupa el cuarto lugar en el mundo en cirugías plásticas, somos una potencia. La última encuesta que se hizo por parte de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica es que se hacen alrededor de 1 millón 800 mil sin contar las que no se reportan. Ahora, la cirugía más solicitada en el país es la liposucción, le sigue el aumento de mama; el tercer lugar es aumento de glúteos, y el cuarto, la cirugía de párpado, y el levantamiento facial.
¿A partir de qué edad se puede hacer una cirugía?
A partir de los 18 años, existen pacientes menores de edad a quienes los llevan los padres; a mí me parece importante que sean mayores de edad porque el proceso de la cirugía no solo es física, también es mental.
¿Cuál es la más complicada?
Son cirugías nobles, pero no hay que subestimarlas; todas tienen un grado de complejidad y hay puntos críticos que debemos cuidar. No podemos decir que hay una más o menos complicada.
¿Qué tan accesibles son?
Existen todo tipo de precios; sin embargo, en México, la cirugía plástica, en relación con otras partes del mundo tiene un precio muy medio; por ejemplo, en Estados Unidos una liposucción puede ser hasta de 20 mil dólares, y aquí en México la puedes encontrar desde 5 mil dólares, por eso que existe mucho turismo médico. Viene muchísima gente de Estados Unidos, Canadá y Europa, porque estamos muy preparados y tenemos todas las tecnologías; y los doctores mexicanos somos muy cálidos.
¿La cirugía plástica se vuelve adicción?
Una vez que un paciente se realiza un procedimiento, se siente seguro y se siente bien, le gusta recurrir al procedimiento; como médicos tenemos que poner un alto cuando ya pasa esa línea de querer hacerse demasiadas cosas. Para mí el concepto de belleza es la naturalidad y es lo que le gusta mucho a mis pacientes; hacer cambios, pero naturales, sin perder la esencia, la fisonomía del rostro.
La cirugía reconstructiva
En el camino de su práctica, el doctor Arámburo también aplica sus conocimientos para aquellas personas con malformaciones congénitas, a través de la Fundación Mexicana de Cirugía Reconstructiva.“Tenemos una fundación a la que se acercan algunas personas a pedirnos el apoyo; si Dios nos provee mucho en lo estético, por qué no hacer esta labor a través de la fundación que prácticamente regala el tratamiento”, destacó el médico.
Y añadió que esta práctica también le da una gran satisfacción “porque la mayoría de ellos son niños con labio y paladar hendido, y es un reto porque no basta con una cirugía, por lo menos se tienen que hacer cinco, y para realizarlas se requiere de un equipo multidisciplinario que permita lograr la rehabilitación en la voz, la rehabilitación dental, etcétera. Es un tratamiento muy especial, y sobre todo muy gratificante. Por eso cuando un padre se acerca a darme las gracias, yo les digo, que no, que el honor es para mí, al poder cambiar la vida de sus pequeños”.
hc