Siempre con una sonrisa, Claudia nació para ser madre; amorosa con todos, protectora, consciente del mundo alrededor. Dista mucho de la clásica imagen de la conductora chispeante, lo es, pero con sentido. Acepta que su mundo cambió con la maternidad y se nota, tiene ese “glow” con este segundo embarazo.
¿Qué diferencia encuentras en tu persona antes de ser mamá y ahora?
Bueno ahora estoy embarazada (de ocho meses) y es todo un proceso hermoso, distinto, ha sido un embarazo diferente en el sentido de que tienes más claridad hacia dónde vas, no pensaría que es un mejor, pero sí diferente.
¿De soltera cómo eran tus prioridades? ¿Cómo te veías en un espejo?
Diferente. Me veía mucho más débil, como más vulnerable y la realidad es que cuando eres mamá te conviertes en un ser fuerte. Digo, no creo que sea un obligado, pero en mi caso así ha sido. Me ha fortalecido muchísimo, yo siempre he sido una mujer muy feliz, esa es la realidad. Yo creo que tu felicidad presente atiende una felicidad constante construida en el pasado, no es casualidad, no es porque hubo un evento extraordinario en tu vida, es construida, tu vas construyendo tus oportunidades, tus relaciones, tus decisiones. Yo creo que la felicidad es algo elegible 100 %, bueno al menos en mi caso es así.
Fui una soltera muy feliz, pero era más vulnerable, muy condescendiente con la gente. Pero creo que después de mi parto, en específico, me hice una mujer muy fuerte, tuve un parto en casa muy hermoso, muy largo pero muy hermoso.
La verdad es que si creo que a partir del parto como que algo pasó, es un chip que cambia absolutamente. La maternidad me empoderó desde un lugar extraordinario.
Nadie te lo puede explicar, ni tu misma madre, el lazo de la maternidad...
No y ves todo lo que tú puedes lograr. A mí me decían "ay qué valiente en tu casa, sin anestesia". Y yo decía que no, se los juro que lo que yo viví es tan extraordinario, tan maravilloso que me parece más valiente ponerte en manos de otro, en un hospital que es un medio hostil para la mamá también y, no sé, estamos recobrando toda esta parte de cómo deberíamos de nacer y cómo deberíamos de morir.
Y, además, está el contacto piel con piel, la colonización por parto vaginal, el tema de a la hora de pegártelo (al pecho) secretas oxitocina que hace la relación, la importancia de la primera toma porque la flora intestinal se termina de formar en su 75% con eso y entonces su sistema inmune queda completamente fortalecido.
Y estos cambios los has reflejado por ejemplo en tu rostro, en tu mirada...
Yo creo que sí, definitivamente. Yo y cualquier mamá, se convierte en otra persona después de serlo. A mí no me lo habían dicho mucho, pero incluso mis facciones cambiaron. Yo tenía la cara mucho más redonda y se me afiló. O sea, realmente era muy condescendiente hasta físicamente, era una persona mucho más dulce. Sí, me volví una persona mucho más dura, para nada para mal.
Y pasó algo maravilloso, me faltaba algo para poder trabajar libremente con mi cuerpo que es indispensable para un actor, tenía un conflicto. Luego en la lactancia, que es un mero instrumento para nutrir y alimentar a tu bebé, hubo está separación en mi cerebro, en mi alma, a partir de esta asociación empezaron a llegar papeles, cosas más serias. Fue un descubrimiento como actriz, fíjate me llegó 4X, que era un desnudo, me llegaron cosas muy fuertes. Tu cuerpo es un instrumento para el personaje y sucedió esa magia maravillosa, bueno pues ese ha sido un regalo de la maternidad.
Oye, tu eres de las que dicen ¡como entiendo a mi mamá ahora!
Sí. Aunque hay muchas cosas distintas de nuestra generación. Somos hijos de una generación de mamás que lo querían hacer bien pero se fueron con cesáreas, fórmula, etc. Entonces, en ese sentido mi mamá de repente dice: ustedes comían así sin tanto cuidado y no pasaba nada, y mucha gente dice nosotros jugábamos nintendo y no estamos locos. Y yo digo no, no, sí estamos locos. Somos muy violentos, somos una sociedad muy violenta, muy vulnerable, muy manipulable, muy dormida, que tenemos un gobierno que no nos funciona pero porque nosotros no funcionamos correctamente y esa es la verdad. Y no podemos no reconocerlo, pero si a tus hijos hoy les das un principio distinto imagínate a dónde van a llegar las nuevas generaciones que vivieron la lactancia prolongada, que nacieron en partos amorosos.
Cuando Ian nació había telas, mantras, su papá le cortó el cordón umbilical y ya estaban ahí mi tío, mi tía, mi mamá, mi papá. mi hermano, mi hermana, su tía Cardi, todos le aplaudieron. Fue un momento hermoso.
¿Crees que la maternidad es injusta? en el sentido que lo damos todo y no se valora.
Sí, sí, debería ser remunerado, prácticamente. Para las afortunadas que tenemos una vida pública la maternidad es muy abrazada y muy aplaudida ¡ay se embarazó la actriz, la foto de la actriz, vino con su bebé al llamado, ¡qué padre! Y a mí, claro, eso es lo que me toco con Ian, sin dejar de reconocer que la mamá enfermera, la mamá abogada, la mamá secretaria, porque las mamás están en todos los ámbitos, no viven esa realidad.
Viven realidades muy injustas, tenemos que regular la maternidad desde las leyes para protegerlas y que puedan dedicar los primeros 24 meses, que son indispensables para que su bebé termine de desarrollarse. Para esto necesitamos un gobierno y unas empresas y una sociedad que abrace a la mamá.
Precisamente que tocaste la profesión, ¿se puede mamá y profesionista sin reprocharse?
Yo creo que sí, siempre y cuando tu profesión sea darte a tu nuevo papel que es el de madre, donde tu te permitas estar lo más que puedas on tus hijos.
Es decir ¿lo más importante es tu profesión como mamá?
Para mí es esa, definitivamente. Y equilibrar eso, tengo una gran fortuna de tener un esposo extraordinario, un papá que está muy presente y la realidad es que Ian o ha estado conmigo o con él, el 90% de sus 5 años, esa es la realidad, y es una bendición porque yo he hecho películas, he hecho teatro, he hecho de todo e Ian ha estado, y él (su papá) ha viajado por todo el mundo, dando sus conferencias y hemos encontrado este equilibrio.
¿Sientes la necesidad de ser mejor ser humano después de que te conviertes en madre?
Por mucho que le digas a tus hijos que no, ellos te ven, no hay palabra que importe más que la acción. Si tu buscas tu mejor versión vas a tener la mejor versión de tus hijos
¿Una mamá se hace o nace?
Una mamá nace con la gran posibilidad de serlo y se hace en el camino de la maternidad, se construye a sí misma. Ahora que estoy embarazada de una niña es diferente a un niño, cuando estás creando a una niña estás haciendo a alguien que puede dar vida.
¿Por qué la necesidad de escribir, de compartir todos estos conocimientos
Cuando Ian tenía un año, ahora tiene 5. Me hablaron de dos lugares porque querían hacer una página para mamás, que es todo un mercado en internet y esta increíble porque es todo un nuevo tema, es esta necesidad de ser comunidad, de compartir, de que otras mamás puedan tener la oportunidad que tu tuviste después de madrugadas de lectura y después de entrevistan y en mi caso así empezó por el lado de Mamá Natural (sy blog está entre los 10 más leídos de México). Y por el lado del libro, Un abrazo para mamá, me buscaron de la editorial y en principio dije: no, pues Ian tenía 8 meses. Me dijeron que lo querían era justo eso, que hablara de las cosas de las que no se estaban hablando; del parto en casa, el parto natural, el parto suave, la lactancia prolongada, de cosas que yo venía practicando pero con un bebé.
¿Esperas algo de tus hijos?
Que sean felices, esa es mi prioridad, porque yo en la conquista de mi felicidad, he conquistado una vida que me hace sentirme muy orgullosa, yo sé que el día que me muera voy a ser muy feliz de la vida que tuve y voy a estar muy orgullosa.
¿Y este segundo parto?
Sí, también está programado en casa, para los próximos días nacerá Elah Rosario. No sé cuándo exactamente, es muy emocionante.