Comunidad indígena acusa plagio de marca española

Un diseño hecho por las artesanas de la comunidad chinanteca similar al que vende la marca española Intropia tiene un precio de entre 300 y 500 pesos; la marca lo vende por 4 mil pesos. 

Los diseños de la comunidad chinanteca y el vestido que vende la marca española.
Ciudad de México /

El que las grandes marcas de fast fashion copien diseños de artistas independientes o de las grandes marcas de lujo no es nuevo, así como tampoco lo es que retomen los diseños indígenas para venderlos como propios y a precios exorbitantes, tal como pasó con la comunidad oaxaqueña de San Juan Bautista Tlacoazintepec.

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A través de un grupo de Facebook, uno de los pobladores denunció que la marca española Intropia había copiado el diseño de un huipil chinanteco que se usa diariamente. En la publicación, que ha sido compartida más de mil veces, se asegura además, que la marca vendía el vestido bajo la descripción de “bordado azteca”, algo que no concuerda con la cosmovisión de la comunidad oaxaqueña.

Según la publicación, el plagio es "un verdadero despojo a nuestra cultura y a nuestra historia" y se hizo un llamado para proteger a los pueblos indígenas de "tales despojos".

En la tienda en línea de la marca española, el vestido está clasificado como “vestido midi bordado con detalles en zig-zag” y se especifica que está confeccionado en algodón, tiene una silueta de corte en cintura y largo a media pierna y tiene un botón en la espalda. Su precio es de 198 euros, lo equivalente a 4 mil 120 pesos.


En entrevista con MILENIO, Omar Olivera, uno de los integrantes del colectivo que hizo pública la denuncia, dijo que se enteraron de que sus diseños se vendían en el extranjero luego de una visita a la Ciudad de México para ofrecer sus productos.

También comentó que sus huipiles tienen precios que van de los 300 y hasta los 6 mil pesos, “dependiendo de la técnica, complejidad y tipo de huipil”, pues hay algunos que se utilizan en eventos importantes y los cuales tardan en realizarse hasta un año.

“Los que nosotros vendemos entre 300 y 500 pesos son más o menos del mismo diseño del que vende la marca española”, dijo Omar.

Hasta el momento, ni la marca ni las autoridades se han acercado a la comunidad para tratar el tema de la copia del diseño, sin embargo Olvera aseguró que están a punto de concretar una cita con las autoridades correspondientes para hablar sobre esto.

No buscamos hacer un demanda ni tener regalías. Nuestro objetivo es que la marca haga un reconocimiento a la cultura chinanteca. Que reconozca que el diseño en el que se basan ellos es el mismo que hacemos en San Juan Tlacoazintepec.

Esta no es la primera vez que algo similar sucede. En noviembre de 2015, la diseñadora francesa Isabel Marant se vio envuelta en una polémica por haber robado también un diseño mixe. Sin embargo, la modista dijo no reclamar la autoría de los diseños.



mrf

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