Cuando viajas al extranjero, algo que necesitas —además de un pasaporte— es moneda local; es decir, euros en Europa, yenes en Japón o rublos en Rusia.
En el pasado, los viajeros por lo regular retiraban la cantidad que necesitaban de un cajero automático en el país que estaban visitando, o sólo usaban tarjeta de crédito, de manera que su banco calcula el costo en la moneda local a la tasa aproximada del mercado. Por lo general, también hay un cargo por realizar transacciones en el extranjero.
Sin embargo, cada vez más, los minoristas, restaurantes y cajeros automáticos ofrecen a los viajeros la opción de pagar o retirar dinero en términos convertidos de inmediato en su moneda local y a esto se le llama "conversión dinámica" de moneda.
Esto pudiera parecer inocuo y hasta conveniente , pero aceptar el uso de tu moneda local en un país extranjero pudiera aumentar significativamente el costo de cada compra. Pensar un poco más con la mente de un economista puede ayudarte a evitar este error y ahorrar mucho dinero.
Aumento en el turismo
Hace un siglo, los viajes internacionales eran sólo para los ricos. En nuestros días, casi cualquier persona de un país industrializado puede viajar por el mundo con su presupuesto.
Aunque las personas se quejan por lo regular de las “altas” tarifas aéreas, el costo real de volar nunca ha sido tan barato, ya que cuesta la mitad de lo que costaba a principios de los años 80.
Las compras en el extranjero
Los turistas dependen de tarjetas de crédito, débito o de cajeros automáticos para pagar hoteles, comidas en restaurantes y recuerditos.
Una compleja red informática internacional comprueba si la tarjeta es válida para la transacción y transfiere el dinero. Antes, se cobraba por este tipo de transacción, pero ahora los bancos ofrecen más tarjetas sin cargos por compras en el extranjero y hay cajeros que ofrecen estos movimientos sin comisión.
Entonces, ¿cómo cubren los bancos los costos de estas transacciones si dejan cada vez más que los consumidores utilicen el sistema de forma gratuita? Una forma de hacerlo es ofrecer la opción de pagar en la moneda local del usuario. Incluso algunos banqueros advierten a los consumidores que no lo hagan porque la tasa de cambio utilizada es mucho peor que la que le ofrecería su banco.
Por ejemplo, supongamos que visitas Nueva York y compras ropa en una tienda. El total es de 50 dólares (con impuestos incluidos). El cajero te pregunta si desearías pagar en pesos en lugar de hacerlo en dólares y a aceptar, tu cuenta se traduce a 943 pesos.
Sin embargo, por costos de conversión, podrías terminar pagando unos mil 34 pesos.
Cómo ahorrar dinero en el extranjero
Cuando te enfrentes a un cajero automático que te pregunte si deseas la conversión a tu moneda local, lo recomendable es que la rechaces.
Por supuesto, la excepción a esta regla es si tu banco o tarjeta de crédito cobra una tasa fija de cambio muy alta y tú sólo necesitas un poco de dinero. Si este es su caso, decir sí podría ahorrarte dinero, aún si obtienes un tipo de cambio bajo.
Lo más importante es que lo pienses bien. Resiste ante tu inclinación natural a decir que sí sólo porque te hace sentir más cómodo. No te dejes engañar cuando te pregunten si deseas completar la transacción usando tu moneda local. El uso de la moneda local puede ahorrarte dinero, por lo que tu próximo viaje al extranjero será menos costoso.
Publicado en The Conversation
RL