En 1958, durante el IV Congreso de la Organización Mundial de Periodistas (OIP) llevado a cabo en Bucarest (Rumania), se estableció el 8 de septiembre como el Día Internacional del Periodista en honor y conmemoración al fallecimiento de Julius Fucik, escritor y periodista checoslovaco, que fue ejecutado por los nazis en 1943.
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Esta fecha está destinada a resaltar la importancia de la profesión del periodismo en su labor de buscar la verdad y en defensa de la libertad de expresión.
Y aunque en América, las celebraciones del Día del Periodista varían según los hechos ocurridos en cada país.
Por ejemplo, en México se celebra el 4 de enero en conmemoración del aniversario luctuoso de Manuel Caballero, quien es considerado el padre del periodismo moderno.
Es necesario recordar que, en la actualidad, los periodistas siguen siendo objeto de ataques, secuestros y asesinatos por ejercer su profesión.
Por ello, la importancia de rendirles un homenaje y reconocer el papel que tienen en la sociedad.
Pese a los riesgos que implica el periodismo, hombres y mujeres han demostrado su vocación por esta profesión y a través de su trabajo constante, logran dar a conocer lo que sucede en el mundo.
Testimonio
Baldemar Mijangos Arredondo, periodista tampiqueño con 32 años de experiencia, nos comparte cómo ha visto esta evolución en la forma de difundir la noticia. “Los reporteros, los informadores, comunicadores, los periodistas, en los años 90, tenían que ubicarse en medio de la información.
“Es decir, debían acudir a las fuentes de manera directa para contar con los reportes, indicios, estadísticas, documentos necesarios para construir una nota informativa.
“Desde luego que el comunicador contaba con la televisión, la radio y periódicos de la localidad para construir una atmósfera mayor de contexto que le debía dar a la noticia y poder presentarla a su auditorio.
“El contacto diario con la fuente, con los propios medios de comunicación tradicionales le generaban al reportero o al periodista una solidez para dar a conocer al auditorio de medio electrónico o rotativo al día siguiente o al mediodía, con algún impreso extra como ocurrió al menos en algún tiempo en el puerto de Tampico”, señaló el periodista.
Pero con el paso del tiempo, a él le ha tocado ser parte de esta transformación y ha vivido en carne propia la evolución de los medios informativos.
“Sin duda que la plataformas de internet, hoy las redes sociales están generando una inmediatez en la manera en cómo se está dando a conocer la noticia.
“Tan rápida es la difusión que muy probablemente en dos o cuatro horas, o quizás hasta en minutos, una noticia generada por la mañana ya puede ser muy gastada o pasada de tiempo en la tarde o en la noche. “Y esto mismo lo podemos tener cuando ocurren algunas vicisitudes complicadas, como un terremoto, la aproximación de un ciclón; pero es el periodista quien puede darle una mayor solidez y veracidad.
“El cotejo de datos se hace de un modo inmediato gracias a la formación que tuvo en la última década o dos décadas, entre los años 90 y 2000.
“Le permite a los informadores y periodistas el poder competir con esta inmediatez que las redes sociales o plataformas de internet exigen”.
La inmediatez
Los jóvenes, principalmente, no leen noticias tan extensas, por lo que al tener en sus manos un dispositivo electrónico, buscan informarse con más agilidad.
“El reportero, el periodista que hace uso de redes sociales, de plataformas de internet, únicamente realiza el trabajo de un modo más veloz y más rápido que como lo venía desarrollando en el pasado antes del año 2000.
“En un rotativo su noticia iba a leerse 15 horas después; en una estación de radio su reporte habría de escucharse cinco horas después y lo mismo en la televisión.
“Esta inmediatez que hoy vive el informador o el periodista es justamente una exigencia que él mismo va a darse porque, si ya conoce los temas, si él está en contacto con la fuente, construye un reporte con sustento”.
Acoplarse al cambio
Coincide en señalar que los periodistas de la vieja guardia no tienen otra alternativa que acoplarse a los cambios y herramientas tecnológicas.
“El desafío de los informadores hoy con esta aparición de las redes sociales o plataformas de internet es adecuarse, estar justamente con la noción que tienen.
“Con la base periodística, con la construcción de una nota informativa que la va a tener, que ya la tuvo de hecho en sus manos, solo que la habrá de compactar, si lo comparamos con lo que exige un periódicco donde se piden más palabras”.
Pero también, advierte que el auditorio puede caer en noticias falsas difundidas en redes sociales.
“En ocasiones la misma plataforma digital castiga, al correr noticias falsas, que no tienen un fundamento y obligan al periodista a ser doblemente exigente.
“Hoy los comunicadores están asumiendo esta responsabilidad y así como lo hicieron hace 20, 30 o 50 años, lo único que ocurre es que la información va más rápida por las plataformas digitales o redes sociales”.