Te imaginas mirar un eclipse solar desde un avión, pues un grupo de pasajeros que volvía a la provincia de San Juan, en Argentina, fue sorprendido por la tripulación cuando les dieron anteojos especiales para ver el fenómeno astronómico que también adornó el cielo de Chile el pasado 2 de julio.
Todo comenzó cuando el piloto Nicolas Fronzo, quien trabaja para Aerolíneas Argentinas desde hace dos años, se dio cuenta de que el vuelo a San Juan prometía ser algo fuera de lo normal, por lo que modificó un poco el horario del vuelo para poder interceptar la trayectoria del eclipse.
“El muchacho del embarque me dijo que este viaje iba a ser especial”, dijo Johnny Agüero al Clarín, que sabía que el vuelo coincidiría con el eclipse pero no esperaba lo que sucedería a bordo. “No fue algo planeado, simplemente saqué los pasajes para esa fecha, agregó.
Los pasajeros del vuelo 1436, que partió el 2 de julio a las 16:15 horas locales, fueron sorprendidos varios minutos después del despegue, cuando la tripulación comenzó a repartir anteojos especiales para ver eclipses solares, con el motivo de ser protagonistas del “Vuelo del Eclipse Solar”.
“Cuando entré, le pregunté a la azafata si para el momento del eclipse tendríamos que cerrar las ventanillas, pero me dijo que nos darían anteojos”, contó Agostina al Clarín.
“Esperamos que estén preparados para una ocasión especial. Están a punto de disfrutar de un espectáculo único”, anunció la tripulación. “A partir de ahora, el sol empieza a eclipsarse”.
Mientras que la tripulación intentaba contener el entusiasmo de la gente, los pasajeros que estaban sentados junto a la ventana cedían sus lugares para que sus compañeros de fila pudieran observar el fenómeno. Algunos que sabían más de cuestiones tecnológicas aconsejaban a otros sobre cómo obtener mejores fotos.
Dentro del vuelo se encontraba, la astrónoma Natalia Meilan que le explicó al Clarín, las diferencias de observar el eclipse solar con los pies en la tierra y en un vuelo.
“En tierra presencias cosas interesantes como la baja de la temperatura, el comportamiento de la fauna o la visibilida de los astros más brillantes. El vuelo, en cambio, te permite desligarte de condiciones meteorológicas —si está nublado o no—y la oportunidad de ver la sombra de la Luna, el manchón negro en la tierra, como la sombra impacta en la superficie”, comentó.
epc/RL