¡Joyas vivas! 'El maquech', la leyenda maya del escarabajo enjoyado

Un maquech puede ser comprado por más de 350 pesos; aunque hay quienes lo consideran maltrato aún no hay una ley que proteja al insecto

Maquech
Ciudad de México /

Recientemente en Tiktok fue tendencia un video de una joven que explicaba que se había encontrado el maquech de su hermana deambulando por su casa, ya que lo había perdido hace algunos años. Esto causó interés en los internautas debido a que no conocían su existencia o propósito.

Por si no sabías, un maquech es un escarabajo de caparazón embellecido con bisutería que normalmente sirve a enamorados para llevar en sus alhajeros el mayor símbolo del amor imposible, el de la princesa maya Cuzán y el plebeyo Chalpol, una de las leyendas mayas más populares de Yucatán.

El escarabajo es considerado una joya viviente, este popular objeto llamado maquech puede ser comprado por unos 350 pesos (unos 18.4 dólares) en comercios en Mérida, la capital de Yucatán, donde es traído por los cazadores de las zonas cercanas.

La leyenda dice que la princesa Cuzán (nombre que en maya significa golondrina) era la hija preferida de Ahnú Dtundtunxcaán, el gran Señor que se sumerge en el cielo. Y estaba comprometida con el príncipe Ek Chapat ya que su padre había organizado la boda, pero ella se enamoró de un joven sin linaje llamado Chalpol (nombre que significa Cabeza Roja porque su cabello era de color rojo como el fuego)

Cuzán conoció a Chapol un día cuando la princesa fue a agradecerle a su padre los tesoros del botín de guerra que le había regalado y lo encontró en compañía del hermoso joven. Desde ese momento, sus almas quedaron atrapadas en un lazo de fuego y juraron no separarse jamás, se amaron con locura bajo la ceiba sagrada, donde los dioses escuchan las plegarias de los fatales, pero al ser descubiertos por su padre, éste mandó matar al amante.

Ante las súplicas de la princesa, un hechicero maya convirtió al muchacho en un insecto y se lo obsequió a Cuzán, y le dijo: “Cuzán, aquí tienes a tu amado Chalpol. Tu padre le concedió la vida, pero me pidió que lo convirtiera en un insecto por haber tenido la osadía de amarte”.

La princesa Cuzán lo tomó en sus manos, y se dirigió a él con las siguientes palabras: “Juré jamás separarme de ti y cumpliré mi promesa”. Cuzán enamorada decidió decorar su caparazón con finas joyas y una cadena de oro para usarlo como prendedor en un lugar muy cercano a su corazón.

Desde ese entonces el maquech ha sido considerado por los mayas como un prendedor viviente que las doncellas colocan en sus blusas o vestidos y los varones en camisas para llamar la atención.

Otros deciden tenerlo como recuerdo o símbolo del cuento maya del amor en sus alhajeros, donde el insecto llega a tener una vida promedio de cuatro años, siempre y cuando tenga madera para comer.

Es una bella historia debido a que demuestra que su amor trasciende las leyes del tiempo.

arb

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