El embajador de la República Islámica de Irán, Hassan Ghashghavi, ha acudido este miércoles a la tradicional recepción al Cuerpo Diplomático acreditado en España donde, como ya ha ocurrido otros años, ha estrechado la mano del rey Felipe pero no a la reina Letizia, a la que ha saludado con una ligera inclinación de la cabeza.
Por motivos religiosos y culturales, los hombres iraníes no pueden tocar a ninguna mujer en público, una razón que la reina conocía porque ha sido notorio que el saludo del embajador no le ha sorprendido.
Así, doña Letizia ha correspondido al del diplomático iraní con semblante serio y un breve gesto de la cabeza y sin llegar a mover los brazos, prueba de que sabía que Ghashghavi no iba a estrechar su mano como sí han hecho todos los demás asistentes.
El hecho ya generó diversas reacciones en redes sociales, sin embargo, varios expertos aseguraron que no se trató de ningún desaire o desplante por parte del diplomático, sino de una costumbre de los iraníes.
"El protocolo nace de las costumbres y tradiciones de los pueblos y, en Irán, las mujeres y los hombres no se tocan en público", explicó Marina Fernández, directora de Comunicación y Relaciones Internacionales del Grupo Escuela Internacional de Protocolo al diario El Español.
JCM