¿Te imaginas enviudar y empezar una relación de pareja con tu cuñado? Aunque suene descabellado esto no es nuevo y se conoce como Levirato.
Desde la novela de Macbeth, escrita por William Shakespeare en 1606, hasta hace unos días que salió a la luz la relación de Hillie Biden y su cuñado Hunter Biden -hijo del exvicepresidente de los Estados Unidos Joe Biden, en la administración de Obama- el tema persiste.
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En la actualidad Hillie Biden sostiene una relación amorosa con Hunter Biden, hermano de Beau Biden, quien falleció en el 2015 por cáncer cerebral.
Y es que no sólo la literatura toca este tema, también los judíos en la Biblia acostumbraban casar a sus viudas (sin hijos) con sus cuñados. Esta práctica era conocida como Ley del Levirato y decía lo siguiente:
“Si dos hermanos comparten el mismo techo y uno de ellos muere sin dejar ningún hijo, la viuda no podrá casarse con ningún hombre de otra familia. El hermano de su marido deberá tomarla por esposa, y así cumplir con ella su deber de cuñado. El primer hijo que ella dé a luz llevará el nombre del hermano muerto, con el fin de que su nombre no desaparezca de Israel”. Esta cita aparece en Deuteronomio 25:5-10, en el Antiguo Testamento.
“La razón por la que se dan este tipo de relaciones es por cuestión de los significados que conlleva el seguir unidos a la familia después de la pérdida”, explica en entrevista Laura Cárdenas García, Licenciada en Psicología de la UANL con Maestría en Psicología Gestalt.
“La familia y la pareja están en un duelo, la gravedad y el impacto que genera en ellos, es en relación a la causa de la muerte. Muchas veces al ser un pérdida repentina o un proceso de enfermedad donde la familia estuvo muy unida a a pareja, se pueden empezar a generar lazos más fuertes. En varias ocasiones el empezar una relación de este tipo puede ser por los recuerdos como sustituir o reemplazar todo lo que significaba la persona fallecida de ambas partes”, comenta Cárdenas García.
Así que ahora ya sabes que el levirato existe desde tiempos bíblicos y parece que el tema seguirá dando de qué hablar, si no es con los Biden, será con otras personas, porque más que un chisme se trata de un proceso psicológico que puede ocurrir tras la muerte de una pareja.
mrf