La Iglesia católica anunció la prohibición a sus fieles de esparcir, dividir o conservar las cenizas de los difuntos, bajo el argumento de que no se pueden permitir "actitudes y rituales que impliquen conceptos erróneos de la muerte".
Sin embargo, hay personas que planean cosas muy extravagantes para cuando mueran, o familias que deciden hacer cosas poco usuales con los restos de sus parientes.
Aquí te contamos del destino excéntrico que tuvieron las cenizas de algunos famosos.
El espacio
Las cenizas del psicólogo y escritor Timothy Leary, quien investigó el uso de las drogas psicodélicas, fueron las primeras en ser enviadas al espacio, en 1997, a bordo de una nave espacial.
Después de él, otros como Gene Roddenberry, creador de Star Trek, decidieron que querían terminar fuera de este planeta.
Fuegos artificiales
Hunter S. Thompson, autor del libro "Fear and Loathing in Las Vegas" y creador del periodismo gonzo, que plantea eliminar la división entre sujeto y objeto, murió en 2005 con el último deseo de mezclar sus cenizas con fuegos artificiales.
En una ceremonia privada, se hicieron explotar sus cenizas con los fuegos artificiales que pagó su amigo Johnny Depp.
Diamante
Luis Barragán, uno de los arquitectos mexicanos más importantes, fue convertido en diamante.
La artista Jill Magid exhumó los restos del arquitecto, ganador del Premio Pritzker en 1980, y extrajo 25 por ciento de las cenizas. En Suiza, una empresa las convirtió, mediante un procedimiento científico, en un diamante azul que posteriormente se mandó colocar en un anillo.
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Cómic
Mark Gruenwald, uno de los editores más importantes de Marvel Comics, murió en 1996, a los 42 años.
En su testamento, solicitó que mezclaran sus cenizas con la tinta usada para uno de los comics. La compañía cumplió su último deseo y reimprimió "El Escuadrón Supremo", escrito por Gruenwald en los 80, con la tinta especial en 1997.
Frisbee
Edward Headrick, quien transformó el frisbee en un producto deportivo durante los años 70, quiso que sus cenizas terminaran en el famoso disco volador.
Cuando murió, en 2002, pidió que mezclaran sus cenizas con el plástico utilizado para fabricar los frisbees.
Lata de papas Pringles
Fredric Baur, quien inventó las latas Pringles en 1966, estaba tan orgulloso de su logró que cuando murió pidió que metieran sus cenizas en una de las latas de papas.
Arrecife
Las cenizas del actor Robin Williams fueron esparcidas en el océano Pacífico, cerca de las costas de San Francisco, tras su muerte en 2014.
Tatuaje
Cuando Mark y Lisa Richmond perdieron a su hijo de dos años, en 2005, decidieron tatuarse con tinta mezclada con las cenizas del niño.
Escopeta
James Booth, quien falleció en 2004, era un cazador inglés famoso por su colección de escopetas antiguas. Cuando murió, su esposa metió las cenizas en unos cartuchos de escopeta.
Incluso un sacerdote le dio la bendición a los cartuchos y después un grupo de amigos fue de caza con estas balas.
¿La nariz de Keith Richards?
En 2007, la revista NME le preguntó al guitarrista de los Rolling Stones cuál era la sustancia más rara que había aspirado por la nariz, sin imaginar lo sorprendente que sería la respuesta.
Resulta que el roquero aspiró un poco de las cenizas de su padre mezcladas con otras drogas. Después, el publicista de Richards dijo que era una broma.
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