Frases de Año Nuevo para todos los gustos

Año Nuevo

No te quiebres la cabeza pensando qué decirle a tus amigos y familiares esta Nochevieja, aquí hay algunas sugerencias de famosos escritores.

Te recomendamos algunas frases para compartir en Año Nuevo. (Foto: AFP)
Ciudad de México /

De vez en cuando, a todos puede costarnos trabajo hallar las palabras adecuadas para enviar los mejores deseos de Año Nuevo a familiares y amigos (sobre todo cuando pretendemos quedar bien con toda la lista de contactos de Facebook, WhatsApp, Twitter, Instagram, Telegram… Ya entendieron el punto). 

Por eso, aquí hay algunas ideas de escritores y personajes célebres que —ellos sí— son expertos de las palabras.

Issa Kobayassi 

Uno de los maestros del haikú

Día de Año Nuevo…


¡Todo florece!


Yo me siento normal.

T. S. Elliot

Premio Nobel de Literatura 1948

Porque las palabras del año pasado pertenecen al lenguaje del año pasado y las palabras del próximo año esperan otra voz.

Nelson Mandela

Premio Nobel de la Paz 1993

Que tus decisiones reflejen tus deseos y no tus miedos.

Johann Wolfgang von Goethe

Escritor alemán

Cualquier cosa que puedas hacer o soñar, ponte a hacerlo. La osadía está llena de genialidad, poder y magia.

Platón

Filósofo griego

El principio es la parte más importante de cualquier trabajo.

L.M. Montgomery

Escritora canadiense

¿Acaso no es lindo pensar que mañana es un nuevo día con ningún error en él todavía?

Mario Benedetti

Escritor uruguayo

No quiero verte


por el resto del año


o sea hasta el martes.

Anaïs Nin

Escritora franco-estadunidense

No hice ninguna resolución para el Año Nuevo. El hábito de hacer planes, criticar, sancionar y moldear mi vida, es un evento cotidiano en mi vida.

Víctor Hugo

Escritor francés

El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.

"Happy New Year", de Julio Cortázar

Mira, no pido mucho,

solamente tu mano, tenerla

como un sapito que duerme así contento.

Necesito esa puerta que me dabas

para entrar a tu mundo, ese trocito

de azúcar verde, de redondo alegre.

¿No me prestás tu mano en esta noche

de fìn de año de lechuzas roncas?

No puedes, por razones técnicas.

Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,

el durazno sedoso de la palma

y el dorso, ese país de azules árboles.

Así la tomo y la sostengo,

como si de ello dependiera

muchísimo del mundo,

la sucesión de las cuatro estaciones,

el canto de los gallos, el amor de los hombres.

​ASS

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