El whiskey, para disfrutar mejor su sabor, hay que beberlo en las rocas, dice Rodrigo Chávez, brand experience & education de José Cuervo México, casa que tiene en su portafolio a la marca Bushmills.
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Es una bebida con 400 años de historia y una tradición con detalles hasta ortográficos. En la manera en la que se escribe el nombre, por ejemplo, se distingue su pasado. Algunas marcas se escriben whisky y otras, como Bushmills, “whiskey”.
SU HISTORIA EN LOS DETALLES
La ortografía del producto se vincula a su lugar de origen, los destilados whisky vienen de Canadá, Escocia y Japón, y se les conoce también como “scotch”. Cuando se incluye la “e” en “whiskey” implica una producción irlandesa.
Algunos creen que la diferencia es resultado de diversas traducciones de las palabras originales irlandesas o gaélicas, otros aseguran que fue la manera en la que en Irlanda quisieron darle una distinción a su destilado. El sabor, aunque diferente entre los que tienen la “e” y los que no, no parte de la ortografía, sino del proceso de destilado.
SINGLE MALT 21 AÑOS
Una de las destilerías más antiguas en Irlanda, de donde viene el whiskey, es Bushmills, en County Antrim, Irlanda del Norte, y que obtuvo su licencia en 1608. Esta destilería es la única que hace triple destilación para dar a sus whiskeys mayor suavidad y riqueza.
Hoy tiene una producción limitada del Single Malt 21 años. Este single malt ha madurado en tres tipos de barricas. Envejece primero en barricas de bourbon americano y barricas de jerez oloroso español durante 19 o más años. Después se deposita y deja madurar dos años más en antiguas barricas de madera de Portugal. Este proceso de más de dos décadas resulta en un destilado con aromas frutales, sabores a caramelo, chocolate oscuro, frutas secas y toffee, cuenta Chávez.
Un single malt es destilado de únicamente grano de cebada y producido en una única destilería, en otras palabras, es de origen único. “Al ser solamente de cebada sabe un poco más a galleta o pan”, añade.
BEBIDA EXCLUSIVA
El Bushmills Single Malt 21 años tiene detalles especiales que lo hacen distinguirse de otros. Por ejemplo, cada botella tiene un número de serie que lo hace “un producto más exclusivo, limitado y seleccionado, además de que permite tener el control al 100 por ciento del proceso de producción”, dice.
En la destilería de Bushmills se producen en promedio entre 15 mil y 20 mil botellas de Single Malt 21 años, es la etiqueta más exclusiva, además, añade Chávez, “representa a Irlanda en el mundo por su tradición, su receta y su historia”.
Conseguirlo no es fácil, pero hay dos etiquetas más para disfrutarlo: Single Malt 10 años, premiado con la Doble Medalla de Oro de Wine and Spirits en San Francisco, EU, y que por su añejamiento mínimo de 10 años en barricas de bourbon y jerez brinda aromas a miel, vainilla y chocolate.
La otra opción es el Bushmills Irish Whiskey 16 años madurado en tres tipos de barrica: bourbon, jerez y terminado en una de oporto para regalar notas a frutos secos como nueces y almendras, un toque de miel y terminado con vainilla.
ADEMÁS
DESTILADO IRLANDÉS
El whiskey irlandés ha sido deseado por razones como la prohibición en EU o que en los años 70 Irlanda había disminuido sus destilerías de 80 a dos.
RODRIGO CHÁVEZ
BRAND EXPERIENCE & EDUCATION DE JOSÉ CUERVO MÉXICO.