En México "el vino cada vez cobra más presencia en el gusto de los mexicanos", aseguró Luis Raventos durante la cata inaugural de Nación de vinos, la cita que concentró una diversidad de etiquetas para complacer los más variados gustos.
"Al consumidor mexicano cada vez le gusta más el vino. La cultura de esta bebida está entrando a las casas mexicanas", expresó y para avalar su comentario ofreció algunas cifras.
"En 2010, el consumo percapita de vino en México era medio litro, pero en 2016 se dio un gran incremento y se registró que el consumo por persona ya era de un litro", precisó el enólogo de bodega Freixenet México.
El Campo Marte fue la sede de Nación de Vinos, Banorte, donde los conocedores en la bebida disfrutaron de sus etiquetas preferidas y los inexpertos entraron a un mundo de gran sabor y conocimiento.
Catas oficiales y algunas espontáneas, que los productores o enólogos ofrecían para dar a conocer sus etiquetas fueron las escenas constantes durante la convivencia entre los cientos de invitados.
Blancos, rosados, tintos y espumosos formaron parte de la variedad en la gran fiesta del vino, cuyo origen era Baja California, Coahuila, Guanajuato y Querétaro, entre otros estados. Y mientras se disfrutaba de las diversas propuestas algunos expertos daban sus comentarios de las distintas cosechas que se servían.
La sommelier Pilar Meré externó su punto de vista sobre el vino espumoso.
"El vino más versátil es el espumoso por esa capacidad que tiene para ir como aperitivo, pero también para acompañar perfectamente los platos y de cerrar un menú. Sin dejar de lado que ( el espumoso) es el vino para brindar en las celebraciones", explicó la experta.
Y precisó cuál es la clave de un gran maridaje: "Es un ejercicio de buscar un equilibrio entre potencialidad y/o sutileza entre el plato y el vino, aunque cada quien tiene la última palabra", expresó justo cuando las propuestas para maridar los cientos de vinos, ya se ofrecían
Tostadas de atún del restaurante Contramar, la propuesta de Caldo de frijol del restaurante regiomontano Pangea o bien el Ceviche seco que sirvió La docena fueron algunas de las opciones.
Y para complacer a los paladares dulces, reinó la variedad que en panadería sirvió la chef Elena Reygadas.