La cerveza siempre nos salva de una tarde calurosa, nos acompaña junto al mar o deleita el paladar cuando traemos antojo. Además es ideal para acompañar casi cualquier platillo, en especial las alitas, aunque muchos otros prefieren tomarla sola mientras ven un partido o conviven con sus amigo. Su popularidad ha dado pie a decenas de mitos, uno de los más sonados surge de la idea de que la cerveza "se quema", pero, ¿es verdad o es sólo una falsa creencia? Aquí te contamos.
Seguro te ha pasado que por estar en la platica o celebrando dejas tu cerveza bien fría olvidada y al cabo de cierto tiempo se calienta, lo primero que se te viene a la mente es meterla al refrigerador para volverla a enfriar, pero alguien te advierte que si lo haces "se te va a quemar", a continuación te explicamos qué es lo que sucede realmente.
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El tiktoker Rudy Tercero, management y conferencista, explica que si sacas una cerveza fría del refrigerador, se te calienta y la vuelves a meter, la bebida no se quema. A esto te punto te estarás preguntando por qué entonces se amarga.
Ésta es la razón por la se quema la cerveza
Resulta que la cerveza se quema por la exposición a la luz, es decir, cuando entra en contacto directo con los rayos del sol, es por eso que cuando le volvemos a dar un trago la botella o lata notas que la bebida adquirió un sabor rancio, obviamente muy desagradable.
Y es que cuando la luz le da directo a la cerveza, la espuma de ésta se degrada y se convierte en moléculas de sulfuro, lo que le hace perder su frescura, señala el tiktoker.
Esto sucede con cualquier tipo de cerveza, artesanal o comercial, así que ya sabes la próxima vez no dejes tu bebida debajo del sol y así evitarás que se torne amarga.
amt