Flautas con tortilla de harina en Ciudad Victoria, gracias a choferes

Una vez, a una señora llamada Rosita se le ocurrió enrollar una tortilla de harina y les preguntó ¿quieren una flauta? y ellos respondieron que sí.

Pueden llevar uno o todos los guisos que se ofrezcan. (Antonio Hernández)
Antonio Hernández
Ciudad Victoria /

Las flautas se pueden disfrutar en todos lados del país: en Veracruz de barbacoa bañadas con crema y salsa verde martajada o en la Ciudad de México, de pollo, res o jamón, pero en la capital de Tamaulipas tienen su toque distintivo, ya que no son fritas, ni son de maíz… son de harina y rellenas de salsa verde, picadillo, frijoles con queso, chicharrón, machacado con huevo, papas con chorizo, chorizo con huevo y carne deshebrada acompañadas de repollo, salsa y limón.


Así surgieron

De acuerdo con el cronista de Ciudad Victoria, Francisco Ramos, la frase “las flautas son de harina” es de hace una década a la fecha, cuando se empezó a acuñar y se ha convertido en un icono de Ciudad Victoria, ya es una identidad gastronómica de la capital de Tamaulipas.

Aunque hay otro tipos de comidas en cuanto al arte culinario, las flautas son un aperitivo obligado de todos los días y a cualquier hora, comenta.

“Gracias a los jóvenes se acuña esta frase, pero luego dices, ¿cuál es el origen de todo esto? y entonces me puse a investigar y recordé que cuando yo llegué aquí había un restaurante-café en el Ocho Allende que se llamaba El Nacional y nosotros como jóvenes estudiantes acudíamos ahí y pedíamos las flautas”, indicó.

En la década de los 50, ya se elaboraban las flautas de harina como un platillo rellenas de guiso, aunque claro, la tortilla era de tamaño normal porque luego evolucionó a una de mayor tamaño que ahora es “La Flauta Soñada” una tortilla de harina gigante.

Habitantes acuden a disfrutar del platillo. (Antonio Hernández)

La primera en hacer las flautas fue la señora Rosa Elena Charles Domínguez quien aprendió de su mamá en Nuevo León, y su sobrino Carlos Sandoval Charles abrió años después en Ciudad Victoria “La Flauta Soñada”.

Ahí en El Nacional coincidían los choferes y personal de Transportes Flecha Roja que hacían un recorrido de México a Nuevo Laredo y pasaban por Ciudad Victoria, tenían su terminal en el Hotel Bryston’s del Ocho Bravo, además, asistía mucha gente de diversos estratos que acudía a comer o tomarse un café.

El cronista señala que una vez a doña Rosita se le ocurrió enrollar una tortilla de harina y le preguntó a los choferes ¿quieren una flauta? y ellos respondieron de manera afirmativa y ahí nació y se acuñó el término flauta de harina, porque ya existía en la gastronomía pero de maíz.

Años más tarde, en los 70, surge la flauta de harina gigante, “La Flauta Soñada” con lo que se continúa la tradición de la familia de doña Rosita pero ahora en tamaño gigante.

Hay decenas de lugares donde se puede comer, pero los lugares más populares en Ciudad Victoria son la Flauta Soñada y las Flautas del Arce.

La Flauta Soñada es de los negocios de mayor tradición para este platillo. (Antonio Hernández)

La mega tortilla de harina

Carlos Sandoval hijo de don Hugo Sandoval, creador de la flauta soñada, habla de la evolución de la tortilla de harina.

En aquella época, las flautas costaban un peso cuando se vendían por el rumbo de la terminal de autobuses, en su café se vendían los productos con tortilla chica y en una ocasión una cocinera llamada Florinda hizo la tortilla más grande que de costumbre.

“En ese momento uno de los pasajeros dijo: ¿Yo quiero una de esas, cuánto cuesta?... pero nunca se había vendido una de ese tamaño, así que por poner un precio le dijimos 10 pesos y el cliente dijo ¡démela! y no habían pasado ni cinco minutos, cuando otro cliente pidió otra y ahí nacieron las flautas soñadas. Vimos que era tal el éxito que mi papá le dijo a las cocineras que a partir de ahí se harían puras tortillas gigantes”.

Afirma que son el único lugar que las hace de este tamaño.


¿Cómo se preparan?

Las flautas han evolucionado, ahora tienen 60 centímetros de diámetro. Es una tortilla gigantesca que ya con sus guisos pesa entre 350 y 400 gramos. Los guisos van desde picadillo, frijoles con queso fresco, carne deshebrada, salsa verde, chicharrón guisado, acompañadas con repollo y salsas verde y roja.

En su elaboración se utilizan 230 gramos de masa, a la que se le batea 42 veces para alcanzar ese tamaño y todo de manera artesanal, para después ponerla en el comal y cocinarla, voltearla con cuidado para que no se queme en exceso o se vaya a quebrar.

Luego se le sirve el guiso, ya sólo uno o mixto, para después doblarla y entregarla en un platón doblada a la mitad.

La tortilla se hace de forma artesanal para que pueda alcanzar ese tamaño. (Antonio Hernández)

Esta es la famosa “Flauta Soñada” que se vende en la capital de Tamaulipas desde hace cinco décadas. En ese tiempo costaban 10 pesos, ahora cuestan 70 pesos cada una.

En promedio se venden 85 y 105 flautas al día, mientras que hace 50 años se hacían en promedio 500 tortillas al día.

“Había 10 cocineras y se hacían alrededor de 500 tortillas diarias, había transporte las 24 horas en la terminal y así teníamos de gente”, indicó Carlos Sandoval.

Récords y conflictos

El récord en comer “Flautas Soñadas” lo tiene actualmente una maestra de Reynosa que se come tres flautas cada que viene a Ciudad Victoria, pero hace 50 años había una persona en el Nueve Guerrero que pedía cinco, pero solo se comía cuatro y medio.

Los habitantes de Ciudad Victoria frecuentemente tienen una discusión con residentes de otros estados de la república mexicana, incluso con los del sur de Tamaulipas, pues ellos defienden que las flautas son con tortillas de harina y que las flautas con tortilla de maíz, son tacos dorados.


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