Desde hace 24 años la señora Josefina Coronado Pérez se dedicó a la elaboración de gorditas y tacos dorados, contando ya con fama fuera del municipio, región y país.
Antonio Tonche, cronista del municipio de Francisco I. Madero, manifiesta que es uno de los negocios de comida tradicionales y reconocido en la región, dejando un legado grande, pues recientemente lamentablemente perdió la vida.
México se distingue por su gran variedad de platillos, que hacen de su cocina, una de las más variadas y cada región tiene su comida tradicional.
“Son creaciones mestizas de sabores, colores y olores. Indiscutible es que la alimentación básica de la región y el municipio es el consumo de la masa de maíz, misma que el lagunero ha utilizado en combinación con diferentes guisos para hacer distintos platillos”.
Las gorditas y tacos dorados en aceite, son una gastronomía considerada como artesanal propia de la laguna, un alimento que ha traspasado fronteras.
Manifiesta que doña Josefina contaba que cuando murió su suegra Margarita Pedroza López le dejó su tienda, que al paso del tiempo veía que la tienda no daba, por lo que empezó a vender taquitos y luego gorditas.
Desde 1996, la confluencia de la calle Venustiano Carranza y Pino Suárez, de la colonia Las Vegas, se ha convertido en un referente de la gastronomía local.
Aprendió de su madre la preparación de la comida, sus padres fueron Arturo Coronado Martínez de San Luis de Cordero, Durango, y su madre Sabina Pérez Bermúdez originaria de San Pedro, llegaron a trabajar a Madero como muchos en la fábrica y en los negocios del centro como de los hermanos Aguilera.
Desde muy temprana hora se empiezan a preparar los guisos y el enrollado de los taquitos, pues se hacen paquetes de 80 tacos y diario se preparan 20 paquetes y en diciembre aumenta hasta 30.
Hoy en día los comensales pueden observar como entre 5 y 6 mujeres se encargan de moldear la masa para las gorditas y la preparación de más de 1600 taquitos diariamente.
El cronista del municipio, indicó que para doña Josefina, el éxito de su negocio era el sazón de los giosos y su salsa, la cual preparaba con mucho listo y que paso a su nuera a quien se llevó a trabajar.
Josefina Coronado, contrajo nupcias con el Sr. Pablo Ramírez Pedroza, procreando a Edy, Pablo y Josué Uziel. La Señora Josefina Coronado, falleció el pasado 16 de junio, dejando ya una tradición en la gastronomía maderense.
EGO