De lonche de adobada, con barbacoa, acompañando el menudo, el 'pan francés' es esencial para la gastronomía lagunera.
Suave por dentro y dorado por fuera, según panaderos de Torreón, el pan francés solo se hace en esta región y debido a que se elabora en un horno de ladrillo, arena y cascajo su sabor es inigualable.
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El pasado 10 de octubre del 2024 durante la Sesión Ordinaria de Cabildo que preside el alcalde Román Alberto Cepeda González, se aprobó por unanimidad que cada 16 de octubre se celebre el Día del Pan Francés en Torreón, por ser patrimonio turístico y cultural de esta ciudad.
¿Cómo surgió el pan fránces?
Fue desde el año 1703 D.C cuando frailes franciscanos intentaron recrear en un pan las conchas de caracol marino, logrando darle esa forma y tamaño tan peculiar.
Los franceses nombraron a este peculiar pan como “mouffle”, pero al llegar a México perdió su nombre de origen y fue llamado “pan francés” debido a su procedencia y al uso de la masa madre o pre- fermento que suelen llevar los baguettes.
Fue años después en la época de la Revolución en San Pedro de las Colonias, cuando un hombre conocido como Don Macario Fuentes Cantú, originario de Nuevo León, fundó la panadería “La Popular”, donde con una receta única comenzó a vender el famoso pan francés lagunero.
Este pan está declarado por la Unesco como “Patrimonio Intangible de la Humanidad”, sin duda es una gran herencia de orgullo Lagunero
¿Cuál es la receta del pan fránces?
A diferencia del conocido 'bolillo' que se coce en hornos eléctricos, la masa del 'francés' se deja reposar para que 'esponje' solo, además de la forma grande que tiene y la harina espolvoreada.
Se data que el pan francés tiene más de 90 años y los laguneros comenzaron a darle ese nombre por el parecido de la masa madre que tiene con los baguettes.
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