En épocas decembrinas, las galletas de animalitos se han convertido en las protagonistas de varias reuniones mexicanas al ser el acompañamiento de bebidas calientes como café, chocolate e incluso atole, distinguiéndose por sus formas raras y bajo precio.
Dichas galletas están inspiradas en la forma de 53 animales diferentes en los que destacan los osos, tigres, cebras, leones, elefantes, jirafas, gorilas, hipopótamos, koalas, rinocerontes, etc.
Sin embargo, pocos conocen que en realidad, este tipo de galletas son mundialmente conocidas y consumidas en países como Inglaterra y Estados Unidos e incluso, existe el Día de las Galletas de Animalitos que se celebra el 18 de abril.
¿De qué están hechas las galletas de animalitos?
Actualmente existen varias marcas de galletas de animalitos. Sin embargo, la gran mayoría contiene los mismos ingredientes, salvo por algunas marcas que agregan otros elementos como vitaminas, saborizantes artificiales, soya o sólidos de leche.
A continuación te mostramos la lista de ingredientes que contienen estas galletas:
- Harina de trigo
- Azúcar
- Jarabe de maíz
- Bicarbonato de sodio
- Lecitina de soya
- Sal yodada
- Saborizante artificial de vainilla
- Metabisulfito de sodio
- Coco
- Nuez
- Cacahuate
¿Por qué son tan baratas?
Aunque existen varios mitos alrededor de las galletas de animalitos, la realidad es que tienen un bajo costo debido a que están hechas de los restos de otras galletas. Esto quiere decir que la masa sobrante de otras galletas es reutilizada con nuevos ingredientes y se vuelve a hornear.
¿Cuál es su origen?
A pesar de que las galletas de animalitos son muy populares en México, en realidad no es un producto mexicano. El origen de estas galletas proviene de Inglaterra, y se cree que fueron creadas a finales del siglo XIX.
Tras la colonización de América, las galletas fueron importadas a Estados Unidos y fue la compañía Stauffer’s Biscuit Company la encargada producir el primer lote de galletas que fueron bautizadas como Los animales de Barnum, una referencia al circo de P.T. Barnum.
40 años después llegó a México a través de la fábrica Tres Estrellas, el cual era un pequeño molino de harina que posteriormente se convirtió en una panadería.