El chef Walter D´Amico, quien hace 47 años llegó a México, por lo que ya se considera “más mexicano que italiano”, asegura que en la preparación de la pizza, cuyo Día Mundial se celebra hoy, “no hay mayor complejidad”, aunque como todo platillo sí requiere “del amor para lograr un efecto positivo en quien la disfruta”.
A unos pasos del horno donde habrá de cocinar su platillo en su restaurante D´Amico, el chef supervisa que su ayudante extienda bien la masa antes de seguir compartiendo los pasos del procedimiento.
“Hacer una pizza no tiene complejidad, en realidad el procedimiento es muy sencillo, tú preparas la masa, eso sí tienes que hacer bien el procedimiento para que la masa tenga 24 a 48 horas porque la levadura es la parte más importante en su creación, y depende también como la quieras si elevada o bajita”, dice el chef al referirse al grosor de la pizza.
Jitomates, aceite de oliva y queso mozzarella forman parte de los ingredientes de la preparación, que el chef, explica: “Vamos a hacer la Pizza Margarita, que es la que le gustaba a la reina y por eso se le dio el nombre al platillo, además de que es una de las más solicitadas”.
Una vez que entra al horno, “es italiano”, dice el chef; la espera es mínima “pues en 4 minutos debe estar lista”, añade el experto.
Y en efecto el tiempo requerido de cocción se cumple y la pizza está lista, aunque Walter agrega: “Ahora vamos a prepararla”; pues en la versión que sirve en su restaurante, él mismo da el último toque al platillo al añadir más jitomate asado en el mismo horno, jamón serrano y albahaca. Ingredientes que mientras coloca en la pizza explica: “El Albahaca se debe trocear, jamás cortar con el cuchillo, pues solo así sale su aceite y aroma”, mientras que del queso Mozzarella destaca: “Es el que le da el toque gourmet”:
Y una vez que su platillo está listo lo coloca al centro de la mesa, e insiste, “Viste como no hay complejidad, solo es ponerle el amor para que el comensal lo disfrute”.
Y vaya que el chef disfruta cada momento en la creación de sus platillos, aunque también goza de convivir e interactuar con los comensales que llegan a su lugar, justo en la calle de Homero, número 433, donde comparte: “Estamos cumpliendo 3 meses, pues antes estábamos en la otra esquina, estuvimos ahí 16 años, pero nos pidieron el lugar, lo cerraron, entonces tuvimos que mudarnos aquí. Y con el apoyo de unos socios, seguimos en esta labor que nos agrada tanto”, dice al hablar en plural, pues su hijo Gianmarco también da la bienvenida a los comensales o los atiende de manera personal para darles alguna sugerencia del menú italiano que sirven.
“Es que amo lo que hago y no me creo nadie, porque siempre estoy aprendiendo, además la comida siempre fue mi pasión, primero empecé cocinando para mi familia, para mis amigos; y después surgió la idea del restaurante”, dice el chef, aunque recuerda que “en un principio me rehusaba, porque pensaba que era algo muy complicado, pero con el paso del tiempo se ha convertido en mi pasión, que a mis 77 años me tiene con una vitalidad y energía increíble”.
Claves
Una de las particularidades del estilo del chef es su gusto por crear platillos al gusto del comensal “pues si una persona viene y me da una idea o me pide cierto ingrediente para un platillo, se lo preparo”, dice D´Amico, quien se niega a ser un purista de las preparaciones.
Incluso cuando hace una preparación especial da el nombre al platillo de la persona que lo solicito, por lo que su menú es tan variado en las propuestas que sirve.
Pastas, ensaladas, postres forman parte de la propuesta que sirve en D´Amico, donde el ingrediente especial es la atención del chef y su personal.