A Regina Logar el panorama gastronómico no le se abrió tan fácilmente luego de ser finalista en la edición 2018 de MasterChef México; contrario a lo que muchos televidentes pudieron pensar – que con el impacto mediático del reality podría llegar fácilmente a cualquier restaurante –, la nacida en Acapulco salió de los foros televisivos para lavar platos.
“Me pusieron a lavar platos si quería el puesto, de todo me tocó. El chef Edgar Núñez me dijo: ‘Si aguantas lavando todo dos semanas, ya te meto a la cocina’. Eso hice, me metí a la cocina desde cero, era la ayudante del ayudante y fue difícil”, cuenta la chef y empresaria sobre cómo logró pasar una temporada en el restaurante Sud 777.
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En entrevista con MILENIO desde La Cevichería, su negocio ubicado en el Mercado del Carmen, al sur de la Ciudad de México, Regina revela que dentro de una cocina profesional “venir de MasterChef no es buen currículum, al contrario, te tiran de tonto, y tienen la razón para hacerlo, al final es un reality show, pero quise demostrar lo contrario. La verdad estaba verde cuando empecé, pero fui aprendiendo, aprendía con cada regaño que me metían y me dediqué a crecer”.
Al salir del reality de TV Azteca, la chef recibió muchos comentarios “de que la cocina era lo mío, que era más la tele”, pero no sucumbió a la presión y se mantuvo fiel a su objetivo: “Mi tirada siempre fue la cocina profesional”. Por lo tanto, de inmediato buscó trabajo con los profesionales que conoció en el programa. “Mi intención cuanto entré a MasterChef fue hacer contactos en este medio para poder continuar con mi carrera porque me estaba costando mucho trabajo pagar la universidad”, comenta.
“Ahora que lo veo hacia atrás, fue mucha presión el programa, no fue como esperaba porque no sabía que la imagen se manipulaba tanto en la televisión, pero sí cambió mi vida por completo, no me arrepiento de haberlo hecho y definitivamente no estaría donde estoy si no fuera por las puertas que me abrió el programa”, agrega.
Foto: Alenka Feral
La mejor escuela es trabajar, cree la también influencer, por eso la primera parada de su formación post reality fue Le Chique, restaurante del chef Jonatan Gómez Luna ubicado en Cancún. “Me encantó, me volví loca, tiene un nivel de cocina muy elevado”, recuerda Logar.
Tras esta experiencia, Regina siguió aprendiendo en el Sud 777, en un curso de chocolatería con el repostero Mao Montiel y asistió al chef Paco Campuzano con pruebas de menú. “En todos los lugares que me podía meter a aprender algo, fuera pagado, invitación o de amigos, yo lo hacía”.
La Cevichería
Durante la pandemia, Regina atravesó una crisis – “me sentía estancada profesionalmente porque solo estaba cocinando en redes sociales; digo, todo mundo estaba en casa, pero yo necesitaba hacer algo” – que, por consejo de un amigo, supo convertir en una oportunidad - "Ismael (Zhu) me dijo que había locales disponibles en el Mercado del Carmen, que estaban en buen precio”.
La chef le hizo caso a este consejo del ganador de la edición 2018: “Vine a ver locales, ya tenía la idea de poner una cevichería, todo se acomodó y la puse”.
Pero en esta aventura la emprendedora sentía al principio “muchísimo miedo, le aposté todos mis ahorros al local”. Afortunadamente para ella la inversión económica, pero también de tiempo e ingenio, resultó un éxito: a poco más de un año de su apertura, La Cevichería “ha gustado mucho, ya tenemos clientes frecuentes, han venido expertos, medios… Está siendo un concepto lindo”.
Foto: Alenka Feral
Sobre el menú de su negocio, Regina dice que con el paso del tiempo “ha tomado su esencia. Al principio eran mis experimentos, los ceviches que hacía en mi casa, y conforme ha pasado el tiempo ha tenido su identidad, hemos hecho más pruebas, hemos expandido la carta conforme el espacio nos lo ha permitido y la demanda nos ha pedido”.
“Me siento muy contenta porque estoy haciendo esta parte profesional que tanto me importaba; estoy formando un negocio y al mismo tiempo tengo un espacio mío en el que puedo crear y seguirme descubriendo a mí misma”, añade sobre su local.
Con La Cevichería, la experta gastronómica tiene planes muy concretos: seguir expandiéndose – recientemente abrió una sucursal en la colonia Roma – y crecer al nivel de un restaurante. Ella quiere “competir con los grandes”.
La mejor manera de expresarse
Regina reconoce que “la mejor manera de expresarme es a través de mis platillos”. Asegura no ser buena con las palabras, “no soy tan buena con decir cómo me siento”, pero su cocina “me puede describir al 100 por ciento”.
“Se nubla todo alrededor. Siempre digo que si eres cocinero te tiene que gustar no saber cuál es tu nombre porque estás tan concentrado en las comandas, en los platillos. Para mí es no pensar en nada más que en ese platillo, ese momento, ese sabor. Por eso me encanta estar siempre cocinado”, dice sobre lo que siente al hacer su actividad favorita.
Cóctel de pescado | Foto: Especial
Otro aspecto que disfruta es estar en el mar, recostada en la arena, viendo el panorama: “Es el único momento en el que no me importa nada más, solo estoy yo, el mar y el cielo. Es un momento de rencontrarme a mí misma, es cuando más me siento yo, además de cuando estoy cocinando”.
Y en la ciudad, su refugio es el ejercicio. “Lo que más necesito hacer para que mi día empiece bien es ejercicio en la mañana, sobre todo correr, siento que es un momento de terapia”, indica.
Terapia que le viene bien porque actualmente está llena de pendientes – “vivo pegada a mi agenda” –, pues además de las sucursales de La Cevichería, tiene un proyecto de repostería: Tartas by Regina.
“Siempre he vendido postres, sobre todo en diciembre, y cuando estaba trabajando en un restaurant, dije ‘No tengo tiempo para ofrecer mi catálogo de todos los años, entonces lo que puedo hacer son tartas’, y las vendía en diciembre, pero teníamos tantas ventas que decidí venderlas todo el año. Actualmente he logrado delegar ese negocio, mi hermana me ha ayudado muchísimo, y ya tenemos dos puntos de entrega que facilitan muchísimo las cosas”.
Callos | Foto: Especial
Pero Regina no se queja de a veces tener el tiempo encima o de estar corriendo de un lado a otro, pues todo lo vive con “pasión”, eso que “cuando lo estás haciendo sientes que te están saliendo chispas, yo no lo he encontrado en ningún otro lugar más que cocinando”.
Por último, la chef, que señala al romero como su ingrediente favorito y a la comida del mar como algo que disfruta con la mayor frecuencia posible, dice que su vida tras MasterChef “ha sido una aventura de prueba y error, como todo en la vida, vas aprendiendo sobre la marcha”.
El éxito de 'MasterChef México'
Ante la pregunta de por qué el reaiity de TV Azteca ha tenido tanto éxito en México, Regina responde que “el programa tiene su magia. Al mismo tiempo que estás viendo comida, aprendes a cocinar productos raros. Es una combinación entre la comida, que es lo principal, pero también todas las personalidades, tanto de los jueces como de los participantes, eso lo vuelve un ambiente más entretenido”.
hc