Tres tonos de sotol descansan sobre una barrica en la entrada de las instalaciones de Rey David Destilería en Torreón; las botellas del blanco, añejo y reposado son el resultado de la transformación en el destilado de Hacienda de Canutillo.
“Como quien dice, el sotol es el primo del tequila y el mezcal”, describe Rodolfo Haro, director de relaciones públicas, mientras comienza un tour entre las barricas, cada una marcada con el sello de casa. Así como pasó con otras bebidas provenientes de plantas como el agave, el sotol va tomando su lugar predilecto servido en los “caballitos” de México y ahora, con la firma de Hacienda de Canutillo dentro de los primeros puestos, va por el mundo.
“La nueva fórmula de Hacienda de Canutillo fue presentada públicamente en noviembre de 2019. En un año se han ganado muchas medallas en Estados Unidos y ha sido reconocido en varias competencias, incluso con distinciones muy importantes de medallas de plata y oro”.
Por ser considerado como una bebida que comparte el rango del tequila o mezcal, el consumidor tiene la percepción que se encontraría con una bebida con alto grado de alcohol, sin embargo, como Rodolfo Haro lo explica, fue adaptado para tener un mayor alcance en el mercado, “nosotros lo disminuimos a 36 grados, lo que lo hace más amigable y muy sabroso”.
Hacienda de Canutillo cuenta con una historia de 15 años, pero los últimos 12 meses fueron dedicados a la innovación de su imagen y sabor, en ese tiempo se llegó al público de Estados Unidos, el cual desarrolla un nuevo paladar para las bebidas destiladas del norte de México.
“Hace un año se cambió imagen, etiquetas y calidad del producto se mejoró. El blanco es muy mezclable; tenemos mixólogos que han hecho bebidas muy interesantes con tamarindo, piña y todo tipo de mezclas”.
La producción del sotol en México sólo tiene tres lugares asignados: Coahuila, Durango y Chihuahua, pero desde que son embotellados cuentan con un pasaporte hacia el mundo, ya que debido a su naturaleza ahumada propia de la frescura de su planta, es un sabor fácil de combinar con cualquier tipo de cocina.
Hacienda de Canutillo recoge la historia del sotol dentro del campo mexicano y lo mezcla con la exigencia del mercado actual, donde deja de ser un licor y se convierte en la mezcla adecuada de los mixólogos y bartenders.
“El sotol, si bien ya tiene bastantes años siendo tomado en pueblos y comunidades donde ahí mismo lo fabricaban, es uno de los primos hermanos del tequila y del mezcal, pero ahora en algunos países ya es tendencia. Es lo que viene”, explica Haro.
En Texas, uno de los principales consumidores de sotol fuera de México, la gente poco a poco lo adapta como su bebida predilecta. “Los reconocimientos que tenemos en las competencias avalan la calidad del producto. A lo mejor suena romántico, pero le dicen la bebida de los dioses, lo que son las bebidas espirituosas tienen un sabor muy especial que data de muchísimos años”. La planta del sotol tarda 15 años en madurar, después de ese periodo es destilado en diferentes técnicas.
En el caso del añejo y reposado es guardado en barricas para que sumen las notas de madera, por lo que Rey David Destilería cuenta con lo necesario para completar su producción en Torreón, desde el crecimiento de la planta, las bodegas y su laboratorio.
“Una gran noticia también es que Coahuila, a través de su gobernador y los diputados, ya hicieron patrimonio cultural el sotol y es importante recalcarlo porque ni siquiera el tequila en Jalisco cuenta con esta distinción”.
Rodolfo Haro cuenta que, gracias a esta denominación de origen, en Coahuila se procura desde la producción de la planta hasta su distribución, con un cuidado meticuloso de su producto. “Vienen tiempos muy interesantes para el sotol coahuilense, habrá comunidades que se reactivarán para el aprovechamiento de la planta, porque además con ella se puede tejer y obtener más beneficios”.
A pesar de cambiar su imagen y expandir su presencia en el mercado durante un año complicado comercialmente, Hacienda de Canutillo estuvo presente en diversos concursos a nivel mundial, “las muestras se mandaban a las casas de los jueces y gracias a esa precaución nosotros competimos contra destilados muy importantes en México y no sólo eso, nuestra destilería fue reconocida por su calidad a nivel internacional”.
EGO