Good Hotel Amsterdam: el entusiasmo lo mantiene a flote

Los viajes éticos, llevan a Londres una antigua cárcel flotante para convertirla en un hotel de moda con conciencia social.

El Good Hotel Amsterdam navegará de la capital holandesa a Londres el 27 de junio y reabrirá sus puertas en septiembre.
Horatia Harrod
Ciudad de México /

En un par de meses, el Good Hotel Amsterdam, que actualmente flota en el canal del mar del Norte de la ciudad, empezará a navegar con destino a Londres. Se construyó inicialmente en 2007 como una prisión para albergar inmigrantes ilegales, pero ahora, una lancha sumergida impulsará al hotel hasta el Mar del Norte, donde barcos remolcadores lo arrastrarán para finalmente tomar su camino hacia un atracadero en los muelles reales de Newham, donde abrirá en septiembre.

Si el concepto no fuera lo suficientemente alto, el Good Hotel también trae la promesa de “hospitalidad premium con una causa”. Opera de acuerdo con un modelo de no dividendos, todas las utilidades se invierten de nuevo en el programa de capacitación de la compañía, cuyo objetivo es contratar y con el tiempo ofrecer puestos de trabajo a las personas que tienen mucho tiempo desempleadas.

Hay planes más ambiciosos: el próximo mes se debe inaugurar otro hotel en la ciudad de Antigua, Guatemala, y hay ocho lugares más para posibles desarrollos futuros antes de 2020.

El fundador y director ejecutivo, Marten Dresen no es, se esfuerza por señalar, “hotelero”. Dresden tiene educación como abogado, trabajó en la industria de gas y petróleo, lo que significa que está muy familiarizado con el mundo de los “corporativos cinco estrellas, típicos y anónimos”, antes de dejarlo para crear una organización no gubernamental en Guatemala, el primer lugar que visitó donde pudo ver la verdadera pobreza. Después de fundar dos escuelas en dos pueblos cerca de Antigua, Dresen se dio cuenta que la educación que ayudaba a llevar a los niños se iba a desperdiciar si más tarde no había trabajo para ellos.

Las iteraciones entre Londres y Amsterdam tienen la intención de ser apariciones temporales para hacer publicidad del concepto. Sin embargo, al parecer ahora el hotel encontrará un hogar permanente en Amsterdam, en una antigua central eléctrica.

“La mayoría de los hoteleros me llamaron loco, y dijeron que no había manera de que pudiera ser rentable en el primer año, o en el segundo, o en el tercero”, dice Dresen, de 33 años. “Somos rentables desde el primero, y eso me hace muy feliz”.

Hay paralelismos con Fifteen de Jamie Oliver, que todavía ofrece formación en restaurantes en Londres y Cornwall, aunque Good Hotels no tiene una condición de organización de beneficencia. “La manera cómo aprovecha su fama e influencia es asombrosa”, dice Dresen del chef y restaurantero. “Pero al final, lo que quieres es crear un modelo que sea autosustentable, porque la gente quiere comprar productos que son inherentemente buenos”.

El Good Hotel Amsterdam utiliza proveedores locales o de comercio justo, la cerveza se fabrica localmente, las galletas son de una empresa social que tiene el objetivo de sacar a los adultos de la asistencia pública, y se alienta al personal para que interactúe con los clientes. “Te sorprendería el nivel de vida de las personas que te atienden en los hoteles de lujo”, dice Dresen. “De alguna manera los hoteles quieren ocultarlo; tratamos de mostrar eso, crear una experiencia”.

Se quitaron muchos de los aparatos que se encuentran habitualmente en los hoteles de gama alta: por ejemplo, no hay teléfonos en las habitaciones y no hay televisiones (en su lugar se les prestan iPads a los clientes). “En Guatemala realizaremos giras de exhibición y experiencias”, dice Dresen, y “llevaremos artesanos y productores de alimentos locales durante la semana”.

Quiere que sea un modelo para los emprendedores en el futuro. “Mucha gente le dice a los demás, ‘es grandioso que trates de hacer algo bueno por tu parte, pero hazlo en tu tiempo libre, o trata de donar dinero una vez que te retires’. Bueno, eso es muy anticuado. Creo que los jóvenes, mi generación, en realidad no quieren esperar, quieren hacer algo bueno ahora”.






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