Karl Lagerfeld, el káiser de la moda, falleció a los 85 años de edad en el hospital de París. Ahora, tras la triste noticia, surgen informaciones en torno a los posibles herederos de su fortuna, quienes no serían otros que su ahijado, la modista que lo sucederá en Chanel, su guardaespaldas y un felino de 3.5 kilos.
Durante el último año, Lagerfeld se dirigió con buenas palabras a un "nuevo" ícono de la moda. Se trata de su gata Choupette, a la que él mismo ha convertido en un must de las portadas. De hecho, la gatita cuenta con 117 mil seguidores en Instagram, 49 mil en Twitter y su propio libro Choupette: The Private Life of a High-Flying Cat. Un éxito que hizo que en 2015 el animal llegara a generar unos ingresos de tres millones de euros en un solo año.
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Asimismo, Choupette era mucho más que una mascota (y una fuente de ingresos) para Lagerfeld. De acuerdo con él mismo, Choupette comparte su almohada, se encarga de acicalar su pelo y le entrega su dosis de amor diario. No por nada, en 2013, declaró que quería casarse con ella y convertirla en su principal heredera.
"Choupette es la heredera de mi fortuna, sí. Junto a otros. No se preocupen, hay dinero para todos", explicó hace 11 meses.
Pese ello, Lagerfeld siempre se ha negado a mencionar quién heredará, a ciencia cierta, los 125 millones de dólares que, según de 'The Richest', mantiene en un banco.
Su guardaespaldas convertido en diseñador
Aunque el nombre de Sebastien Jondeau, su ex guardaespaldas, suena fuerte entre los candidatos. ¿La razón? Jondeau ha trabajado con Karl desde los 90, ejerciendo como modelo, encargado de seguridad, secretario e, incluso, asistente personal. Es más, "el káiser" eligió hacerlo partícipe de su marca homónima en agosto, cuando ambos lanzaron una colección llamada Karl Lagerfeld curated by Sebastien Jondeau.
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Por otra parte, su legado como diseñador sería tomado por Virginie Viard, quien lleva más de 30 años al servicio en Chanel. "Hago que sus colecciones cobren vida en los talleres. Trato de complacerlo, pero también me gusta sorprenderlo", afirmó, en 2017, a The Telegraph, con el fin de evidenciar su profunda y cercana amistad.
Pero Karl no sólo cuenta con Virginie como "mano derecha" en la moda, sino también con otros, como el modelo Brad Kroening y su hijo Hudson de 10 años, al que ha convertido en un habitual de las pasarelas.
Hudson apareció por primera vez en una de las pasarelas de Chanel en 2011, cuando tenía dos años. De la mano de su papá, el pequeño portaba un traje de tres botones diseñado especialmente para él.
Desde entonces, Hudson ha caminado en un sinfín de pasarelas y pronto se convirtió en uno de los modelos favoritos del káiser. Tanto así que años más tarde, Karl se convirtió en el padrino de Hudson.
mrf