Hôtel de Glace. Una noche bajo cero

En noviembre de cada año se levanta sobre un terreno de más de 4 mil metros cuadrados el hotel de hielo, que está abierto al público del 4 de enero al 15 de marzo.

El hotel / Especial
Québec /

En cuanto el termómetro marca 10 grados bajo cero, en noviembre, 30 mil toneladas de nieve y más de 2 mil 400 bloques de hielo comenzaron a formar parte de lo que el 4 de enero abrió sus puertas en el único hotel de hielo del continente americano.

La sola idea de visitar un sitio así es emocionante; antes de estar en el lugar, la imaginación vuela a lo que sería dormir en lo más cercano a un iglú, de esos que hemos visto en cuentos y caricaturas. Es aún mejor.


A unos 20 minutos de la ciudad de Québec se encuentra Village Vacances Valcartier, un hotel y parque de diversiones invernales en donde se construye desde hace ocho años este espacio único e irrepetible que se derrite al subir la temperatura cercana la primavera.

“En el hotel trabajan alrededor de 50 personas por un período de seis semanas; 30 están involucrados en la construcción, y 15 escultores trabajan para amueblar y decorar esta obra maestra”, explica Frederic Johansen, gerente de ventas del Hôtel de Glace.

El lugar tiene 30 habitaciones y suites, de las cuales 22 tienen temáticas diferentes con esculturas y decoración única entre ellas; también tiene un bar frío, una capilla abierta a todas las religiones, donde se celebran bodas y otras ceremonias con previa reservación, una resbaladilla de hielo, y un spa nórdico y tres jacuzzis al aire libre.

Un hotel diferente

“La edición 2024 fue diseñada por un director creativo bajo el tema Línea del tiempo. En todos los espacios del hotel se pueden ver esculturas y diseños que tienen que ver con el paso del tiempo desde diferentes puntos de vista”, explica Frederic Johansen.

En el lobby se pueden ver esculturas sobre la evolución del hombre, paredes con relojes, un árbol de la vida con tronco de ADN, y tantos detalles que requieren de tiempo (precisamente) y un buen observador; lo mismo con las suites temáticas, cada una habla del tiempo en temáticas como la moda, los autos, la naturaleza, la comunicación, la escritura, el cine, etcétera.

Es también como un museo de hielo; de hecho, no es necesario hospedarse en el Hotel de Glace para conocerlo, el lugar está abierto de 10 de la mañana a 11 de la noche para visitas externas por 30 dólares canadienses (unos 380 pesos), y consumir en el bar de hielo.

Fotos: especial

Cuando acaban las visitas es hora de pasar la noche bajo cero. Todos los huéspedes tienen una habitación en el hotel convencional, ahí se guarda el equipaje y se puede ocupar más noches —en el Hôtel de Glace solo se puede dormir una noche— y es el Plan B si la persona no pasa la noche completa en el hielo.

“La verdad es que la mayoría de los huéspedes hablan de un sueño reparador al dormir en el frío; hay quien no está acostumbrado a dormir en sleeping bag o le da ansiedad quedarse toda la noche. Para ellos está el cuarto ‘caliente’ esperándolos”, comparte Frederic.

El ingreso a la habitación es a partir de las 9 de la noche, que los visitantes ya salieron del área de cuartos —el bar sigue abierto hasta las 11 pm—. Ellos recomiendan pasar primero a uno de los jacuzzis para subir la temperatura del cuerpo, y luego ir al cuarto normal a secarse perfectamente y a vestirse para la ocasión: una o dos capas, máximo, de ropa que no sea de algodón. Sudar no es buena idea en la noche fría, y la bolsa de dormir que proporcionan está preparada para una temperatura de hasta 42 grados bajo cero; además, incluye una sábana y almohada térmicas, que se usan dentro del sleeping bag. Incluso el hotel manda un video de preparación a los próximos huéspedes para que sepan qué hacer al llegar a su cuarto.

Básicamente es: abrir el sleeping, sentarse encima, quitarse las botas y dejarlas en el piso (metida una dentro de la otra), quitarse la ropa de nieve —y guardarla en la bolsa donde venía el sleeping— y dejarse solo la ropa térmica, meterse primero en la sábana y luego en la bolsa. Acostarse, apagar la luz y dormir. El silencio es absoluto y maravilloso.

Falta un detalle: el baño. El cuarto de hielo no tiene, en el exterior hay dos baños portátiles con calefacción, en dos extremos del hotel. El cuarto tampoco tiene puerta, solo una cortina que da al pasillo.

Al día siguiente, personal del hotel llega a despertar a los huéspedes a las 8 y a las 8:30, pues a las 9 deben estar fuera para preparar todo para los visitantes; en el cuarto caliente ya se pueden tomar su tiempo para dormir más rato o alistarse para el día.

Otras actividades

Village Vacances Valcartier es un resort para todas las estaciones; en invierno está el Hôtel de Glace y el parque invernal, y en primavera y verano tiene un parque acuático exterior y otro interior, un área de camping con 600 plazas y siete cabañas rústicas.


  • Mariela Gómez Roquero
  • mariela.gomez@milenio.com
  • Editora en jefe de M2. Más de 25 años de experiencia en revistas y periódicos impresos; así como en medios digitales, redes sociales, branded content y como consultora de comunicación. Fan de las letras, por eso me hice editora, después de enamorarme del oficio de ser periodista.

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