El Grupo Inditex, dedicado a la moda y propietario de Zara, alberga en La Coruña, noreste de España un centro tecnológico "único en el mundo", en el que desarrolla una de sus jugadas menos conocidas y que le ha permitido ser el líder mundial de la moda: el manejo de información.
La clave del éxito de la compañía radica en que, gracias a los datos que recibe de sus 6,700 tiendas en todo el mundo, puede adaptar "en tiempo real" sus colecciones al gusto del usuario, que antes tenía que conformarse hasta el final de temporada con lo que había en las tiendas.
Inditex ha diseñado además un sistema de producción y de logística que le dota de la flexibilidad necesaria para adaptar constantemente sus propuestas a lo que le indican los millones de datos que maneja y cuya cuantía se ha incrementado exponencialmente con la eclosión del comercio electrónico.
Solo las paginas web de Zara reciben 2,5 millones de visitas al día y suman 30 millones de usuarios únicos al mes.
En su primera planta, el centro, plenamente operativo desde octubre de 2014, alberga un "show-room tecnológico", un espacio dedicado a la tecnología y la innovación en distribución.
Este espacio permite que los equipos comerciales se familiaricen con las nuevas tecnologías, por ejemplo nuevas cajas o probadores; y que los técnicos realicen pruebas en un entorno que les acerca a las tiendas reales, según la compañía.
Los responsables calculan que el centro cubrirá sus necesidades tecnológicas durante los próximos 10 ó 15 años.
En la segunda planta se encuentran el "Data Center", con 4,000 servidores y 1,300 kilómetros de fibra; y la "Sala de Operaciones", desde la que se detectan y gestionan las posibles incidencias que se registren en cualquiera de las infraestructuras del grupo, incluidas las relacionadas con el comercio electrónico.
El edificio cuenta con un sistema eléctrico "duplicado" para evitar los efectos de un posible corte de energía y también un doble sistema de climatización para evitar que una avería impida el correcto funcionamiento del centro.