Bien dicen que las ciudades se conocen caminando. Llegar a Tepatitlán es sentir su tradición y admirar su arquitectura. “Tepatitlán es una ciudad que ha acogido diferentes estilos, entre lo que predominó fue lo francés, el Art Nouveau, que se combinó con el ecléctico; es decir, hay varios estilos; predominan las construcciones de las fincas antiguas, casonas de gran valor y belleza. Hoy en día encontramos el Art Decó, así como lo moderno”, explica Salvador Santos, guía de Tepatitlán.
Y así es, es imperdible observar su Centro Histórico, que es rodeado por las diversas propuestas de todo tipo de comercios y en la que se puede ver la Parroquia de San Francisco, construida en 1757, la cual tiene un reloj que hasta la fecha tiene 140 años de marcar las horas sin interrupción, incluso mientras ocurría la Guerra Cristera.
En cuanto a lo gastronómico, el Mercado Centenario ofrece grandes opciones. Hay que recordar que Tepatitlán es uno de los principales exportadores de huevo, por lo que habrá variadas propuestas. Y si hablamos de la bebida, el tequila es uno de los invitados especiales. Una de las propuestas es programar un tour por alguna de sus variadas haciendas, como la Tequilera Los Alambíques, espacio que tiene un bar, un restaurante y una degustación de sus amplias bebidas de agave.
Otros lugares recomendados es adentrarse en el Palacio Municipal, pues sus paredes te contarán la historia del municipio jalisciense a través de los murales de artistas como Rubén García o José Guadalupe Ríos Córdoba, además del Museo Municipal, lugar que resguarda momentos históricos de la también conocida como “la perla de los Altos”.
Otras latitudes
Aproximadamente 40 minutos separan a Tepatitlán de Morelos de Arandas, sitio en el que se produce alrededor del 64 por ciento del tequila en Jalisco, además de ser uno de los principales sectores productivos de la ganadería, con la crianza del ganado bovino, la carne y el porcino.
A partir de ello, es justificable y comprensible que se puedan encontrar un gran número de propuestas y lugares donde se degusten tacos, lo que lo ha llevado a descubrir y poder adquirir tours de tacos, principalmente por recorridos nocturnos.
Entre los más famosos se encuentran dos opciones: la Taquería Arandas, distinguida por su taco al pastor, así como los Tacos de Pelayo, sitio que está por cumplir 50 años de historia y que ese recorrido se siente en el paladar. Su especialidad y recomendación es el taco de birria de res, que va acompañado de su inseparable consomé.
En cuanto a su Centro Histórico, está la Parroquia de San José Obrero, una enorme construcción de estilo neogótico. En la parte exterior está exhibida la campana más grande de México y América, que tiene un peso de 15.6 toneladas; en la parte interior del recinto, es recomendable observar el diseño y la altura de su techumbre.
La última parada es San Miguel el Alto, reconocido por su producción en cantera rosa y que detalla y envuelve su Centro Histórico, que tiene su tradicional kiosco, rodeado por un gran número de árboles y bancas para admirar cada detalle que puede ofrecer.
Pero no se puede hablar de Jalisco sin su música, bailes y los charros. En San Miguel el Alto se realiza el Festival “Culturas Unidas por la Danza”, que este año cumplió su décima edición y que rompió récord de número de bailarines ejecutando un fandango monumental, convirtiéndose en uno de los encuentros dancísticos más reconocidos de Jalisco.
El destino que alberga la Parroquia San Miguel Arcángel se llena de color y música gracias a la participación de bailarines que presentan sus danzas tradicionales y donde estados como Veracruz, Estado y Ciudad de México, San Luis Potosí o Puebla participan en el encuentro que se realiza cada año y en el que se pude escuchar notas como el “Jarabe Tapatío” o “El son de la negra”. Jalisco es, sin duda, un destino de tradición turística.