Hace 13 años y con apenas 17 de edad Jenny se inició en el gusto por el café cuando empezó a trabajar en una cafetería de Tampico. A partir de ahí ocurrió una conexión humana entre barista y cliente, por la fidelidad de quienes todos los días acuden por un café, de aquellos que van en la mañana y en la noche, con quiénes asegura se genera una amistad genuina.
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Estudiante de Marketing, Jennifer Borrego ingresó a Degas Café en octubre de 2010 y se convirtió en barista profesional, ya que se involucró en la cadena de producción al conocer de dónde proviene, cómo fue tostado, en qué impacta el tipo de tueste y su fermentación.
“Aunque hay profesionales en cada área, el barista no debe estar fuera de lo que pasa en cada eslabón de la cadena, porque a mí eso me permite, realizar mejor mi trabajo y sobre todo y algo muy importante poder hacer que el producto sea trazable, que mantenga la calidad”.
Jenny dice que como barista su responsabilidad es saber comunicar a los clientes lo que están probando, porqué sabe como sabe y quiénes son las manos involucradas detrás de todo esto. Indica que son muchas cosas que impactan en el sabor del café como el origen, el productor, cómo fue procesado, cómo fue secado e incluso como fue almacenado, hasta como fue transportado.
“Tú puedes tener todo el conocimiento que quieras, pero si eres una persona que no eres humilde y que no le gusta compartir entonces la profesión de barista no es para ti”, señala Jenny.
Como profesional ha tenido la experiencia de competir en 6 ocasiones, en las cuales en cuatro ha sido finalista, ganando en 2021 el título de campeona nacional, lo que le permitió acudir al mundial de Australia en 2022, donde no pudo pasar a la siguiente ronda, pero en la competencia por equipos logró colocarse en el primer lugar.
Señala que fue su jefe quien la motivó a participar en las competencias de baristas, siendo con el respaldo de Degas Café que acudió a una expo donde se realizaba la competencia mundial de baristas, fue ahí que tuvo esa conexión al grado de convencerse de dedicarse a esto toda su vida.
“Tenía una coach que me ayudaba a perfilar el café, a decir a qué sabía, porque eso se lo tienes que decir a los jueces, no sabía por ejemplo, aunque nosotros somos tostadores, el tema de tostado”, reconoce.
Dijo que primero se certificó como barista, luego como tostadora, obtuvo después su licencia como catadora certificada, lo que se lo debe a las competencias que le exigieron pulirse y mejorar sus habilidades.
Uno de sus propósitos es convertirse en una “role model”, ya que al participar en las competencias les recalcan que buscan a alguien a quien seguir.
“Creo que soy una modelo a seguir para algunas personas, no sé si para todas o para muchas, pero sí me gustaría serlo, porque esa es una de las razones por las que siempre estoy tratando de profesionalizarme, seguir estudiando, seguir vigente”.
Resalta también que su camino hubiera sido muy diferente de no haber contado con el respaldo de sus jefes, porque Tampico no es como la ciudad de México donde hay baristas profesionales por lo que con su apoyo logró certificarse.
“Hay muy poco lugares que te apoyan tanto como a mí, las empresas no siempre apoyan tanto a sus baristas, puede ser por tema de presupuesto o por la desconfianza de que se vaya a ir, creo que todo radica en que haya y a buena relación entre el jefe y el barista”, acepta Jennifer.
Actualmente se prepara para el nacional que será del 7 al 9 de septiembre en el que participarán alrededor de cuatro ex campeones baristas, pero dice sentirse segura de lo que viene preparando, aunque confiesa que de no ganar aún así se sentiría bien pues perdería dignamente ante grandes exponentes de la industria.