Bajo una fabulosa producción a cargo de Design Week México (DWM), el mundo fashionista hace su debut como parte importante de las disciplinas de interiorismo, arquitectura, diseño industrial, y otras tantas que forman parte de la plataforma de impulso creativo latinoamericano.
Tras nueve años de éxitos acomulados, DWM determina que es momento de dar la bienvenida a la moda de manera magistral llamando a 11 diseñadores, entre ellos Pascual Orozco, Rebeca Miranda, Shinae Park, Benito Santos, Vero Díaz, Kris Goyri y algunos más. Por su parte, y acostumbrados a trabajar en colaboraciones, participan los creativos de Blu Dot, compuesto por dos arquitectos y un escultor que, desde 1997, buscan acercar el mejor diseño al mayor número de personas.
¿Cuál es el resultado de unir a una cuadrilla con tales visiones? Un proyecto fotográfico de alto nivel editorial con un enorme magnetismo visual.
“La intención es proyectar la belleza mexicana, el equilibrio entre la vida cotidiana y la inercia natural que existe al deslizarse por el hielo, ya que para no caer se requieren movimientos precisos y una estabilización entre las masas de los cuerpos”, explica Alonso Murillo, director de arte del proyecto.
La simetría abstracta de la composición sumergida en un atractivo azul, ofrece una serie de perspectivas que permiten un sinnúmero de posibilidades sensoriales entre la vestimenta, sus colores, las formas orgánicas que permiten los materiales del mobiliario, y la adaptabilidad que tiene el ser humano entre todas las anteriores para coexistir.
Sin duda el mensaje de esta iniciativa es bastante claro: llegó la hora de abrir las puertas al diseño textil y gráfico en el país, ambos constantemente ascendentes. Y llegó la hora de voltear hacia el talento mexicano para crear nuevas herramientas que serán de utilidad en otras especialidades que empujen en conjunto toda imaginación al límite.