El celular se ha convertido en parte esencial de la vida de muchas personas, al grado que no se pueden separar de él ni cuando comen o duermen; incluso, muchos viven con una permanente obsesión por su teléfono y con gran temor de perderlo.
¿No te ha pasado que, después de subirte al automóvil o al salir de una tienda, sientes un escalofrío en el cuerpo cuando en tu bolsa o bolsillos no aparece tu celular? Si tu respuesta es afirmativa, ya formas parte de esta ansiosa “comunidad”.
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Pues esta sensación tiene ya un nombre que lo convierte en fobia: se llama “nomofobia” y es el miedo incontrolable a salir de casa sin el teléfono móvil o, peor, a perderlo.
El término es una abreviatura de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia”, y fue acuñado durante un estudio encargado por la oficina de correos británica al instituto demoscópico YouGov, con el fin de estimar la ansiedad que sufren los usuarios de teléfonos móviles.
El estudio, que se llevó a cabo desde España en 2011 y contó con una muestra de 2 mil 163 personas, reveló que casi 53 por ciento de los usuarios de teléfonos móviles en el Reino Unido tienden a sentir ansiedad cuando “pierden su teléfono móvil, se le agota la batería o el crédito al aparato, o cuando no pierden la cobertura de la red”.
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De acuerdo con el estudio, alrededor de 58 por ciento de los hombres y 48 por ciento de las mujeres sufre de esta fobia, y 9 por ciento adicional se siente estresado cuando sus móviles están apagados. La investigación también ha demostrado que los niveles de estrés de una persona con nomofobia son equiparables con los nervios que se tienen el día antes de la boda o de la visita al dentista.
AG