Esta mañana, Harry el hijo menor del príncipe Carlos y Diana de Gales, contrajo matrimonio con la actriz estadunidense Meghan Markle. Su boda, se convirtió en uno de los eventos más esperados del año, así como sucedió en 2011 cuando su hermano William se casó con Kate Middleton y en 1981, cuando Carlos y Diana se casaron .
A continuación las diferencias de las tres bodas de padre e hijos.
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>> Carlos y Diana
El miércoles 29 de julio de 1981, el príncipe Carlos y Diana Spencer, contrajeron matrimonio en lo que fue llamada la boda del siglo. Al ser un heredero del trono, la ceremonia se realizó en una de las iglesias más importantes del Reino Unido, la Catedral St. Paul.
Luego del recorrido por algunas calles de Londres, la pareja apareció en el balcón del Palacio de Buckingham para saludar a la multitud. Ese día, fue feriado para los británicos.
Se estima que la boda fue vista en televisión por más de 750 millones de personas. A la ceremonia asistieron más de 3,500 invitados, entre ellos jefes de estado.
Luego de un ajuste en la inflación, se estima que la boda costó entre 70 y 110 millones de dólares.
>> William y Kate
La pareja contrajo matrimonio el 29 de abril de 2011 en la Abadía de Westminster, en Londres y a la ceremonia sólo acudieron 1,900 personas.
A esta boda, también asistieron miembros de otras casas reales, diplomáticos y amigos de la pareja, quiene pudieron decidir varios de los detalles de la fiesta debido a que no se trataba de una evento de estado.
Algunos han sugerido que la boda fue vista por dos mil millones de personas alrededor del mundo, sin embargo la cifra no ha podido ser confirmada aún. Sin embargo, sí se llevó el Récord Guiness en 2012 por ser el evento con más streamings en vivo, con un total de 72 millones.
El costo fue de 34 millones de dólares.
>> Harry y Meghan
La boda más esperada de este 2018 fue la del menor de los hijos de Diana y Carlos. Contraria a la de sus papás o incluso a la de su hermano, Harry sólo invitó a 600 personas y junto con Meghan tomó la decisión de no incluir a ningún político ni jefe de estado.
Entre los invitados se encontraban miembros de la familia así como amigos cercanos, tales como la tenista Serena Williams o algunos actores que trabajaron en la serie Suits con Meghan.
Además de romper con la tradición de invitados de la política, la boda, a diferencia de las otras bodas reales, no fue un día entre semana ni un día feriado en parte al lugar que ocupa Harry en la línea al trono (6to).
Su precio, sin embargo, fue mucho mayor a la de William y Kate, pues se estima que tuvo un valor de 45.8 millones de dólares.
>> Vestidos
Una de las grandes expectativas del evento era el vestido de novia que usaría Meghan. A diferencia del que usó en su momento Diana y Kate, el de la estadunidense no fue tan majestuoso como el de su suegra y cuñada.
Diana utilizó un vestido diseñado por los hermanos Emanuel y es uno de los más espectaculares en la historia de las bodas reales. El atuendo tuvo un costo aproximado de 31 mil libras, estaba decorado con encaje y tenía 10 mil perlas. La cauda fue una de las más largas que se han visto con una longitud de 7.6 metros.
Por su parte, Kate usó un atuendo diseñado por Sarah Burton para la firma Alexander McQueen. El vestido, de corte princesa, incorporaba un body hecho de encaje. La tiara que utilizó le perteneció a la reina Madre antes de que el rey George VI asumiera el trono.
Finalmente, Meghan optó por algo más discreto y sencillo. Su vestido de corte “a” y escote de barco fue diseñado por Clare Waight Keller, directora creativa de Givenchy.
A diferencia de sus antecesoras, el vestido estuvo lejos de ser impactante, pero resaltó la tiara que usó misma que perteneció a la reina Mary.
mrf