Dicen que todos llevamos dentro de nosotros al niño que alguna vez fuimos. Si eso es cierto, ¿por qué no consentirlo un poco con estos libros infantiles que puedes releer y disfrutar una y otra vez, sin importar la edad?
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El principito — Antoine de Saint-Exupéry
Este relato trata sobre la la amistad entre un piloto varado en el desierto y el principito de un pequeño planeta. Juntos descubrirán el valor del amor, el compañerismo y la vida misma. Seguramente recordarás el dibujo de la boa que tragó a un elefante… o quizá lo recuerdes como el dibujo de un sombrero, lo cual significa que ya eres todo un adulto.
Alicia en el país de las maravillas — Lewis Carroll
Sumérgete en el mundo de Alicia, donde todos están locos. Este clásico de 1865 ha cautivado a millones de lectores en todo el mundo gracias a sus personajes entrañables como el Sombrerero loco, el gato sonriente Cheshire o la Reina de corazones. Si vuelves a leerlo, descubrirás que entre sus páginas hay muchos acertijos y metáforas sobre la vida adulta.
Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero — C. S. Lewis
¿Quien no exploró alguna vez dentro de su ropero con la esperanza de entrar a Narnia? Las aventuras fantásticas de los hermanos Pevensie en el reino mágico de Aslan son un claro ejemplo de la importancia de diferenciar entre el bien y el mal, y cómo la madurez forma parte de la vida.
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La historia interminable — Michael Ende
Esta novela fantástica de 1979 narra la historia de Bastian, un joven que abandona el mundo real donde nada tiene sentido para adentrarse a un mundo fantástico lleno de significados y personajes mágicos. Esta historia va más allá de la fantasía y expresa el deseo de encontrar la realidad en la imaginación.
Matilda — Roald Dahl
La historia de esta pequeña niña genio que ama los libros, demuestra que se puede salir adelante sin importar las adversidades —e incluso la propia familia—, mientras tengas fe en ti mismo. También nos enseña que la inteligencia es más importante que el dinero o la televisión.
FM