"Fue la necesidad de hacer algo que realmente nos retara", dice Ángelo Antonio Perdigón sobre el detonante de Machina Wearable Technology, proyecto del que es co-fundador junto a Linda Lobato y que ha destacado a nivel mundial por hermanar la moda con la tecnología.
A finales del 2023, la marca celebró 12 años de pugnar por "cambiar el estereotipo de país de maquila a país de innovación y diseño" con un evento donde, entre clientes y amigos, destacó la colaboración del laureado Baltra Bar.
"El objetivo era demostrar que sí se pueden hacer cosas en México desde cero; somos una marca que tenía como objetivo crear prendas que veías en películas de ciencia ficción", acentúa Ángelo en entrevista con MILENIO.
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Desde su génesis, Machina concibió la ropa como "una interface", y la electrónica como "un medio extra que te permite expandir las funcionalidades de una prenda". El co-fundador también revela que la inteligencia artificial, tan discutida actualmente, es algo que asimilaron desde hace dos años.
"Llevamos muchos procesos integrándola y la vemos como un detonante bueno si lo sabes implementar", agrega.
La primera prenda del proyecto, la MIDI Jacket, en su momento implicó una campaña de fondeo en Kickstarter; A la distancia, los fundadores la consideran "nuestro mayor fracaso, porque, aunque fue muy exitosa internacionalmente, llevaba un dolor y un reto bastante grande en cuanto a producción".
"En ese entonces no había mucha documentación, era muy difícil encontrar la manufactura de piezas y la final las hacíamos en el taller... nos tardábamos hasta 48 horas en hacer una. Al final, nos levantaron pedidos de mil unidades y no los pudimos completar… De ahí se aprendió bastante, la inversión y la ganancia ahí fue el conocimiento", señala Ángelo.
Actualmente, el catálogo de Machina es bastante amplio: abarca desde el Parachute Poncho (375 dólares, aproximadamente 6 mil 360 pesos), que incluye un arnés ajustable que lo vuelve resistente al agua; hasta las gafas Solar Flare (99 dólares, aproximadamente mil 679 pesos), fabricadas con plástico PLA inyectado de base biológica; sin olvidar la playera Machina X RL Ground Moon, que destaca por su colaboración con el artista Ricardo Luevanos.
"Son esas ganas de cambiar el estereotipo del país: ya no es solo el mariachi o el tequila, sino que hay un buen de cosas en gastronomía, cine, arte, interiorismo, moda... Eso también es un motor que nos motiva".
Partiendo de lo anterior, Ángelo afirma que actualmente "es el mejor momento de ser latino", pero esto ha implicado ir por un camino no siempre llano, sino todo lo contrario: "El proceso ha sido bastante doloroso por etapas".
"En México, hacer una marca con tecnología ha sido difícil porque no hay una industria ni un caso de éxito que detone o cambie el estereotipo del producto de moda mexicana en el extranjero, más cuando le integras electrónica o tecnología; no somos un país que tenga un caso de éxito gigante donde nos volteen a ver y digan ‘Les meto lana’".
A pesar de las ocasionales corrientes adversas, Machina, que tiene una proyección importante en San Francisco y Miami, y ha llamado la atención de medios internacionales como CNN, ostenta su bastión en número 15 de la calle Versalles, en la colonia Juárez: "Se pensó en un punto de venta que tuviera mucha afluencia de extranjeros para darnos a conocer, que vieran que hay marcas mexicanas que pueden competirles a cualquiera".
"Es un espacio generador de cultura tanto con talleres, eventos... Es el mundo Machina viviendo en un mismo espacio y dándolo para todos los usuarios, que sin ellos la marca no estaría viva".
— ¿Cuál es su gran reto en lo inmediato?
— El crecimiento va de la mano no tanto de las ventas, sino del equipo, de generar procesos eficientes, abrir más puntos de venta. Eso es un reto, pero el más fuerte es que se espera mucho de nosotros; las colecciones necesitamos que tengan el efecto de innovación, concepto, calidad. Tenemos libertad creativa a full, entonces no pensamos tanto en diseñar productos que generen ventas, sino algo que nos apasione.
— Y tras 12 años de trabajo constante, ¿cómo defines la esencia de Machina?
— La entendemos como una comunidad donde el enfoque es diseñar productos que entiendan las funcionalidades del cuerpo, que generen un impacto, una conversación; cuando generamos gráficos, buscamos que trasgredan, que cuenten una historia. Es muy pasional, muy intenso, pero nos divertimos bastante.
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