Mallorca, el corazón del Mediterráneo

Viajes

La otra España vive aquí, en las islas que separan África de Europa.

Palma de Mallorca es la ciudad más grande, capital de la comunidad autónoma y una urbe esplendorosa (Cortesía)
José Antonio López Sosa
Ciudad de México /

Palma de Mallorca 

Una historia que va en paralelo a la evolución de la humanidad, es la que se ha visto pasar desde Mallorca, la mayor de las Islas Baleares. La fama de este archipiélago quizás llegó a su cumbre con la promoción veraniega de Ibiza (la menor de las islas) como un destino de fiesta dentro de Europa. Sin embargo, hay decenas de atractivos naturales, históricos, culturales y gastronómicos que están presentes durante todo el año para el disfrute de los visitantes.

 Palma de Mallorca es la ciudad más grande, capital de la comunidad autónoma y una urbe esplendorosa forjada entre iglesias góticas y casonas del siglo XVII y XIX. Está perfectamente conectada con Europa y no hace falta pasar por España para llegar hasta aquí. La ruta con mejor costo-beneficio es vía París con Air France, que ofrece un menú delicatessen a bordo.

 El templo ícono de la ciudad es la catedral de Santa María de Palma Mallorca, un edificio gótico que comenzó a construirse en el siglo XIV, sobre las ruinas de la mezquita de Medina Mayurca. Este se terminó de construir en el siglo XVII e incluso, en el siglo XX el afamado Gaudí, le realizó una reforma que duró una década. Hoy es uno de los templos más espectaculares de Europa. 

En los alrededores está la Basílica de San Miguel, la Plaza Mayor, el Palacio Real de la Almudaina (una reestructura del palacio Zuda, donde vivía los gobernantes musulmanes), el edificio de los baños árabes... en fin, todo un mosaico arquitectónico que aquilata el pasado musulmán con la reconstrucción cristiana. 

Las calles del centro de la ciudad en su mayoría son peatonales, hay decenas de comercios que ofrecen comida y artesanías locales, mezclados con firmas transnacionales que ofrecen todo tipo de productos. Uno de los sitios que vale la pena visitar es el Mercado del Olivar, a unos pasos de la plaza mayor, el cual continúa siendo un centro de abasto popular con productos mallorquines, al mismo tiempo que ofrece una zona para degustar tapas, pintxos y raciones de cocina local, con vinos y aceites de la tierra de Mallorca. Caminar por sus pasillo representa toda una experiencia gastronómica y enológica. 

Hay decenas de historias de éxito que se albergan en Mallorca, una de las más representativas es la de la familia Riu, conocida internacionalmente y, sobre todo, en México por los 18 hoteles que tienen en nuestras playas.

 En la Platja de Palma, se encuentra el hotel Riu San Francisco, que abrió sus puertas en 1953, con menos de 100 habitaciones. Como la isla es relativamente pequeña, rentamos un automóvil mediante el cual, en tan solo una hora, la recorrimos de punta a punta. Vale la pena destacar que todas sus carreteras y autopistas son libres, es decir, no tienen cuotas de peaje.

 El pueblo de Valldemossa está en la zona montañosa y es uno de los más pintorescos de las Baleares. La ciudad amurallada de Alcudia (la primera registrada en Mallorca) también es una joya arquitectónica y, por supuesto, el Faro de Formentor, que se encuentra en el extremo este de la isla, y que deja ver al azul intenso del Mar Mediterráneo entre los grandes acantilados de más de 300 metros que dibujan el paisaje.


 Por doquier hay playas de arenas claras que en el verano son visitadas por miles de alemanes e ingleses; que vienen en busca de vinos y aceite de oliva con denominaciones de origen, de los cuales hay una producción bastante importante.

 Otro de los pueblos que vale la pena visitar, es Petra, donde nació Fray Junípero Serra, quien en el siglo XVII fundó las misiones en la Sierra Gorda de Querétaro y en la Alta y Baja California, el mallorquín más universal y único español que tiene una imagen en el Capitolio de Estados Unidos. Esta es otra España, la que se acerca al África y se aleja de Europa, la que vive en las islas y ve salidas y puestas de sol paradisíacas, la que pocos mexicanos visitan, pero que deben incluir en su lista de lugares maravillosos que tienen que visitar.

¿CÓMO LLEGAR?

 Air France ofrece vuelos hasta Palma de Mallorca desde México, con una rápida conexión en París. 

¿DÓNDE HOSPEDARSE?

 Los hoteles RIU son iconos en la isla. El Riu Bravo es de los más confortables y accesibles. 

¿QUÉ COMER?

 No puedes dejar de probar la sobrasada, el arroz brut, el frito mallorquín, la lechona asada y, de postre, un gató.


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