Sin su mamá no habría medallas. Los logros, y premios que un deportista obtiene a lo largo de su carrera le pertenecen, son fruto de su talento, habilidades y esfuerzo en perfecta sincronía. Sin embargo, ¿María Espinoza o Fernando Platas serían los multicampeones olímpicos que conocemos sin el apoyo de sus madres? Existen estudios que dicen que no.
El apoyo de la madre en todas las esferas es un factor decisivo en el éxito de un atleta de alto rendimiento, pues desde pequeños los acercan al deporte, reconocen sus habilidades, los alimentan, los cuidan, pagan las clases, los materiales, las competencias. Además son su chofer, valet, dama de compañía, psicólogo y, por supuesto, su hombro para llorar.
También comparten sus alegrías y los triunfos que sienten como suyos igual que los fracasos. Se levantan juntos de las caídas e invierten todo su tiempo en observar cómo crecen desde las gradas de la cancha, el deportivo o la alberca. Renuncian a sus propios pasatiempos, al ocio con amigos, a las fiestas familiares... Pero no hay tristeza, porque lo mejor de todo es que las madres lo hacen con mucho amor.
¿Esto pasa solo en el deporte? No, las madres dan a sus hijos todo por verlos sonreír, y en estas cinco historias encontrarás coincidencias contigo y tu papel de mamá. Velas en el siguiente link.