Al ver a Shirin Ebadi uno no se imagina todo por lo que ha pasado. Esta mujer, de no más de 1.50 metros de estatura y de semblante apacible, lleva casi 40 años luchando por los derechos humanos y la equidad de género en su país natal, Irán.
Y es que aunque ella se convirtió en la primera mujer en ser juez en aquel país en 1975, cuatro años después le impidieron seguir haciendo lo que amaba para sólo ofrecerle un trabajo como secretaria.
“Yo pensé que siendo jueza podía hacer justicia mejor pero en 1979 hubo una revolución islámica en Irán y me dijeron: ‘como eres mujer, no puedes ser jueza’. […] Normalmente una persona que ha sufrido de algo, puede entender mejor el sufrimiento del otro. Sólo por ser una mujer perdí el trabajo que tanto amaba. Sentí lo que es sufrir discriminación y por eso, decidí trabajar sobre la igualdad entre las personas”, dijo en entrevista con MILENIO.
La cultura patriarcal es como la hemofilia
Ebadi, quien se encuentra en México con motivo del Hay Festival 2018, en Querétaro, ha impulsado a lo largo de su vida el cambio en la cultura patriarcal que ha puesto en desventaja a las mujeres. Shirin cree que son las mujeres quienes también tienen parte de responsabilidad en la transmisión de esta manera de pensar.
“No debemos olvidar que un hombre que oprime o es violento con el otro, al final ha sido educado por una mujer. Yo siempre he dicho que la cultura patriarcal se parece a la hemofilia. Es una enfermedad genética y se hereda. Las mujeres no suelen padecer de esta enfermedad pero curiosamente las que la tienen, sólo la transmiten a los hijos varones, no a las hijas. Y la cultura patriarcal se transmite de esta manera”, aseveró como lo hiciera un doctor que trata de guardar la calma al momento de dar un diagnóstico de gravedad.
El machismo justificado por la religión
Para la activista radicada en Londres y perseguida por el gobierno iraní, la
cultura patriarcal tiene diferentes orígenes, pero uno de los que más peso tiene es la religión.
Shirin piensa que es la interpretación que hicieron los hombres de los libros sagrados las que han puesto a la mujer en un papel de culpable y termina perjudicándola.
“En las religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islam) la culpable principal es la mujer: Eva. El cristianismo dice que Cristo dio su vida para redimirnos, para limpiar el pecado cometido por Eva, y como ella cometió un pecado, la humanidad ha sido privada de entrar al paraíso”, explica Shirin mientras reflexiona, “ Quién es Eva, qué hizo y dónde está el paraíso. Son interpretaciones de los hombres sobre la religión”.
A pesar de llevar casi cuatro décadas luchando por la libertad de expresión y la equidad de género, Shirin aún es optimista y considera que la justicia y la igualdad sí existen, sólo que dependen de cada uno.
“Si uno va detrás de algo, no cabe duda que lo acabará consiguiendo. Hay forma de cambiar eso (la cultura patriarcal) tan arraigada en la sociedad. Desgraciadamente algunos tienen miedo a hablar con valentía y estas victorias se posponen por eso”, finalizó.
mrf