Gisele Bündchen es probablemente una de las brasileñas más populares a nivel mundial. La modelo, originaria de Horizontina, un poblado al sur de Brasil, es una de las voces más críticas por la falta de regulación de la deforestación del Amazonas, y por eso, ha sido calificada de “mala brasileña” por la mismísima ministra de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de aquel país.
Todo comenzó cuando la ministra Tereza Cristina, representante del potente lobby de la ganadería y la agricultura, habló duramente la actuación de brasileños, que, como Gisele, critican la legislación y la manera en que Brasil protege la selva amazónica.
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"Es absurdo lo que hacen con la imagen de Brasil, desgraciadamente son malos brasileños. Por algún motivo van por ahí fuera dando una imagen de Brasil y del sector productivo que no es verdadera (...) de hecho, perdóname, Gisele Bündchen, pero tú deberías ser nuestra embajadora, y decir que tu país está en la vanguardia del mundo de la preservación, y no hacer promoción sin conocimiento de causa".
La modelo, que actualmente reside en Estados Unidos, dijo a través de una carta publicada en su cuenta de Twitter que le sorprendía haber sido nombrada y en un contexto negativo “por defender y manifestarme a favor del medio ambiente”. Agregó que, contrario a lo que dijo la ministra sobre las áreas protegidas en Brasil, datos del mismo gobierno señalan que la deforestación del Amazonas ha crecido más de 13 por ciento.
“Un patrimonio de valor incalculable amenazado por la deforestación ilegal y la invasión de tierras públicas. Esos sí que son los "malos brasileños", sentencio.
Agrego que ella nunca ha tenido nada en contra del sector agrícola de su tierra natal, puesto que se crió en el interior del país y sus abuelos siempre fueron agricultores.
"Nuestro desarrollo, prosperidad y bienestar dependen de ese equilibrio y la agricultura, tan importante para nuestro país, también depende de condiciones climáticas adecuadas para su crecimiento", expresó la modelo.
"Brasil lo tiene todo para liderar el movimiento en favor de un desarrollo más sostenible, capaz de suplir las necesidades de la generación actual sin comprometer las generaciones futuras", completó.
Pero ahí no quedó todo. La ministra Tereza respondió agradeciendo la carta enviada por la modelo y aseguró que en conjunto construirán una agenda contra la deforestación ilegal y negó haberla llamado una "mala brasileña".
En una de sus primeras entrevistas, Tereza Cristina dijo que "hay margen" para seguir deforestando de forma legal.
Por su parte, Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, no para de decir que la protección al medio ambiente muchas veces es un obstáculo para la economía y que quiere acabar con la "industria de las multas".
El nuevo ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, quiere rebajar el nivel de protección de los parques naturales para poder construir líneas férreas o vías de transmisión eléctrica y ha puesto en el punto de mira a las ONG's ambientalistas, insinuando que trabajan para intereses extranjeros y que son un riesgo para la soberanía del país.
Todo apunta a que la Gisele-activista tendrá bastante trabajo en los próximos cuatro años.
mrf