Convencidos de que las obras maestras son resultado de la suma de los pequeños detalles, la bodega argentina Sottano se ha consolidado como unos de los productores argentinos de vino más importantes a escala global.
Prueba de ello es la expansión que ha tenido en los últimos años, con presencia en los cinco continentes.
En México están celebrando ocho años de relación comercial y es por eso que Sebastián Salas, gerente de exportaciones, visitó nuestro país para ofrecer una cata en las instalaciones de La Europea.
Ahí Salas expresó la importancia de nuestro mercado a escala internacional. “En México hay mucha gente que se prepara, estudia y se interesa en el tema del vino, por lo que hay una permanencia clara de marca en este país; el consumo se ha incrementado, el de vinos mexicanos también ha ido en aumento y eso habla muy bien del país, por lo que se encuentra en nuestro top cinco de mercados, junto a Holanda, Inglaterra, Estados Unidos y Brasil (...).
“En China también hay un crecimiento importante, pero es más fácil perpetuarse en mercados que saben distinguir la calidad del producto”.
Bendecidos por la tierra, clima y paisaje de los Andes, esta casa productora ubicada en Mendoza, Argentina, cultiva su vid a casi 5 mil metros de altura y produce cerca de 600 mil litros de caldos al año.
Entre sus etiquetas más consumidas están el Malbec, que le ha dado reconocimiento internacional a la marca.
“No me gusta hablar de maridajes perfectos, porque hay vinos para toda ocasión. Lo importante es eliminar prejuicios, sin condicionantes ni opiniones ajenas, porque cada uno tiene que buscar el vino en el momento indicado. Lo bueno y lo positivo en el mundo del vino es que es personal y hay para todos los gustos, no nos tiene que gustar el mismo a todos (...)
Alguna vez le pregunté a un enólogo cuál era el vino más rico que había probado en su vida, y me respondió: 'No recuerdo el vino, solo el momento y con quién', eso habla de lo que significa esta industria”.
Entre los planes a corto plazo de Sottano está lanzar una línea denominada Biblia y como punta de lanza tiene una pequeña reserva llamada Judas, de la que actualmente venden 20 mil botellas al año.
“Vamos enfocados hacia las líneas de alta gama y todo parte de los pequeños detalles, por eso la importancia de la investigación y la diferenciación de suelos, pues todo nace a partir de una buena uva (...)”, dijo Salas.
Y ADEMÁS
LA FILOSOFÍA
“Se pueden hacer malos vinos con buena uva, pero nunca lo contrario, de ahí que nuestra calidad nazca de la fruta, del momento de trasladarla, de cuidar cada detalle del proceso, de cosechar únicamente de noche para no provocar una fermentación fuera de tiempo y de una elaboración cuidada hasta en lo más mínimo para que nuestro sello se distinga en la copa”, dijo.