Existe la creencia de que una novia debe usar algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul el día que camine hacia el altar y Meghan Markle, ahora duquesa de Sussex, no podía fallar a esta tradición.
Tuvo un vestido nuevo diseñado por Clare Waight Keller para Givenchy, su algo prestado fue una tiara de la reina Isabel II, y aunque no sabemos qué fue lo viejo, sí sabemos qué fue lo azul: un pedazo de tela del vestido que usó en la primera cita con el príncipe Harry.
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Meghan reveló en el documental que HBO estrenará sobre la reina Isabel II llamado Queen of the World, que quiso sorprender a Harry con varios detalles en su vestido, como ese detalle azul y las flores bordadas en su velo de casi cinco metros de largo.
Y es que no son cualquier tipo de flores. Cada una representa la flor utilizada por cada nación de las 53 que integran el British Commonwealth; Meghan agregó una amapola para simbolizar su estado natal, California.
“Sabía que sería una sorpresa divertida para mi ahora esposo, quien no sabía. Él estaba totalmente impresionado de que hubiera elegido eso para nuestro día y creo que los los demás miembros de la familia tuvieron la misma reacción”, dijo Meghan.
Además de las flores, espigas de trigo adornaron el velo para simbolizar el amor y la caridad. El documental se estrenará el próximo 1 de octubre
en HBO.
mrf