México se pone la verde

El gobierno se encuentra ante un enorme reto al comprometerse a reducir los gases de efecto invernadero (GEI) en un 25% a 15 años, y otras metas para revertir el cambio climático al 2050.

El gobierno mexicano tiene como objetivo reducir los gases de efecto invernadero, la transición a energías limpias y la “descarbonización” de la ec
Guadalupe Cadena
México /

Aunque apenas contribuye con 1.37% de la generación global de gases de efecto invernadero (GEI), México es uno de los países que más ha resentido los efectos del cambio climático en el mundo, de ahí que la política nacional en la materia prevé una serie de medidas encaminadas a alcanzar una drástica reducción de 25% de emisiones contaminantes para dentro de 15 años y “descarbonizar” la economía para 2050. Aquí los puntos más relevantes de la ruta trazada por las autoridades.

Reporte de GEI

Julio 2015

Las empresas de todas las ramas de actividad y de todos los tamaños tendrán que reportar a partir de este mes de julio su generación de compuestos de efecto invernadero -esto es GEI y carbono negro- a través del Registro Nacional de Emisiones. Mónica Echegoyen López, directora General Adjunta para Políticas de Cambio Climático de la Se- cretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), explica en entrevista que la Cédula de Operación Anual (COA) será el mecanismo para que fábricas y comercios puedan presentar de manera obligatoria dicha información. Los sujetos obligados son fuentes fijas e inmóviles, que produzcan más de 25 mil toneladas de bióxido de carbono equivalente al año; mientras que las compañías con más de un millón de toneladas deberán certificar sus reportes por terceras partes cada año. Se estima que el universo es de 3 mil fuentes, esto es 95% de los emisores del país.

Reducción 25% GEI

2015

México dará a conocer en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas (COP 21) -a celebrarse en diciembre en Francia- su propuesta de Aporte a las Contribuciones Nacionales (INDC, por sus siglas en inglés), que prevé reducir 25% la generación de agentes contaminantes del país hacia 2030.
Después de la Unión Europea, Suiza y Noruega, “somos el primer país en desarrollo que presenta sus contribuciones nacionales”, refiere Echegoyen López, al comentar que, a diferencia de las metas propuestas en la Ley General de Cambio Climático, los nuevos compromisos asumidos no son condicionados sino obligatorios. Este compromiso está fuertemente apoyado en la reforma energética y los empresarios están dispuestos a cumplir con estas nuevas obligaciones. Es una condición para el desarrollo.

Informe ONU

Próxima fecha

El gobierno federal liberará el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero, que permitirá ubicar dónde se producen tanto los GEI como el carbono negro, lo que a su vez servirá para proyectos de reducción de contaminantes. La información ya se en- cuentra actualizada a 2013 y se espera en breve darla a conocer públicamente junto con un reporte bienal que el país presentará en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). “Estamos esperando una reunión para este propósito”, dice Mónica Echegoyen. Se sabe que en 2013 México lanzó a la atmósfera 781 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente, producto del consumo de energía y de la realización de actividades productivas. Se calcula que en 2020 la producción de GEI alcanzará mil millones de toneladas, 28% más que en 2010, de ahí la importancia de emprender esfuerzos en esta materia.

Mercado de bonos de carbono

2017

El país deberá poner en marcha un mercado de bonos de carbono, para ser un incentivo para que las principales fuentes generadoras disminuyan su expulsión de contaminantes. “Colaboramos con Estados Unidos y Canadá, que ya que son un socio natural de México. Además de lo que hace Semarnat, la reforma energética también habla de un mercado de electricidad y de certificados de energía limpia, por lo que queremos aprovecharnos del sector eléctrico para crear el de carbono”, refiere la funcionaria. Mónica Echegoyen refiere que después del primer año del Registro Nacional de Emisiones se podrá tener una estimación sobre el tamaño que tendrá la oferta de proyectos de disminución de agentes tóxicos, así como de la demanda que se despertará entre los compradores de los bonos. Sin embargo, consideró que sí existe interés de los inversionistas por participar en el mercado mexicano de carbono.

Atlas de riesgo

2014-2018

Se tendrán que actualizar los atlas de riesgo a nivel na- cional, estatal y municipal, para identificar las zonas geográficas expuestas a los eventos meteorológicos. Según la Estrategia Nacional de Cambio Climático existen mil 385 municipios vulnera- bles a fenómenos como inundaciones, deslaves, sequías agrícolas, temperatura, ondas de calor y transmisión de enfermedades. Se deberá dar seguimiento al cobro del impuesto al carbono sobre los combustibles fósiles, que está vigente desde 2014 como resultado de la reforma fiscal, con el cual originalmente se tiene previsto recaudar cerca de mil millones de pesos anuales. El marco legal también prevé que se revisen las normas relativas a los combustibles, como la NOM044, que se refiere a la emisión de hidrocarburos de vehículos pesados. Actualmente, se trabaja con los empresarios del sector para fijar un nuevo estándar que esté en línea con los objetivos del país.


Reducción de agentes tóxicos

2018

Según el Programa Especial de Cambio Climático, publicado en 2014, México tendrá que alcanzar las siguientes metas de reducción de agentes tóxicos: 161 mil 724 toneladas anuales de metano; 2 mil 157 toneladas de carbono negro; y 83.2 millones de toneladas anuales de bióxido de carbono equivalente, entre otros objetivos.

Energías amigables

2024

La Ley General de Cambio Climático establece un mandato para impulsar la transición energética hacia fuentes más amigables con el medio ambiente, lo que implica que una proporción de 35% de la electricidad producida en el país deberá provenir de tecnologías limpias.


Reducción de partículas negras

2030

Producto del acuerdo INDC, el país deberá cumplir con la meta de reducir 51% la emisión de partículas negras de hollín y 22% las de bióxido de carbono, metano, óxido nitroso y gases fluorcarbonados -una rebaja promedio de 25%-, comenta Mónica Echegoyen. También se incluyen los compromisos de elevar la capacidad adaptativa de los 319 municipios más vulnerables a los fenómenos meteorológicos, así como impulsar sistemas de alerta temprana y gestión de riesgos en los tres órdenes de gobierno y lograr una tasa cero de deforestación. Para esto también se adecuarán programas e incentivos en cada municipio de manera que autoridades y organizaciones locales se unan a este objetivo que es una meta que solo países industrustrializados se están imponiendo. México expondra esta iniciativa también en la próxima reunión sobre cambio climático en la ONU.

Descarbonizar la economía

2050

La contribución INDC plantea que las actividades productivas desarrolladas en México deberán alcanzar un pico máximo de generación de bióxido de carbono en 2026, para 24 años después lograr la “descarbonización” total de la economía, esto es desacoplar el crecimiento económico de la emisión de contaminantes de efecto invernadero.


Economía vs. Ecología
Gabriel Quadri de la Torre, ambientalista y consultor privado, considera en entrevista que el Aporte a las Contribuciones Nacionales, que se dio a conocer en marzo y que se llevará a Francia, representa un cambio radical para la planta productiva del país. “Creo que no estamos muy conscientes de lo que implica llegar a un máximo de emisiones en 2026 para bajar a cero en 2050”. Desde su perspectiva, se requiere hacer un análisis de costos marginales de reducción de emisiones en cada sector. Para empezar, en las industrias clave para la economía y con mayor responsabilidad en la generación de GEI que son las de transporte, electricidad, petróleo, metalurgia y las actividades agropecuarias. Jesús González, socio de Gobierno Corporativo de la consultora KPMG, coincide en que las políticas públicas deben guardar un equilibrio entre mitigación del cambio climático y competitividad de la economía. Hace ver que 99.5% de las compañías del país son micro y pequeñas, mientras que solo 0.3% son medianas y 0.2% grandes.

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