Apenas unos minutos después de compartir su gusto por hacer equipo con Grupo Xcaret, pues se le encomendó diseñar los uniformes que usarán los colaboradores del nuevo hotel boutique La Casa de la Playa, que abrirá el 13 de diciembre; la diseñadora Carla Fernández evidencia en cada idea su pasión por proyectar las creaciones de los artesanos, lo mismo en las grandes pasarelas donde presenta sus propuestas; que en los diseños que se revelarán en la inauguración de la nueva sede de descanso de Quintana Roo.
Y es que a decir la coahuilense, la labor que ha emprendido desde hace muchos años en pro de los artesanos, fundada en su gusto “por lo bien hecho, lo único”; cada vez se afianza más.
Incluso destaca que ya existe un decálogo que se aplicó en Original, una feria presentada en Los Pinos, que exige el reconocimiento público a los artesanos, sus creaciones y sus técnicas, con lo que se garantiza el respeto a quienes ella define como “los mejores diseñadores de nuestro país”.
¿Cuál es tu participación en la nueva propuesta del grupo Xcaret?
Vamos a ver los uniformes de todo el equipo, de la parte de atención, de intendencia, los restaurantes; para mí la vestimenta es como el primer lenguaje, el primer acercamiento a cualquier persona. Yo te veo a ti, y antes de platicar contigo, te leo; es como esta lectura que nos han enseñado, porque nos expresamos a través de la indumentaria. Para mí ha sido muy importante la comunicación con todo el equipo de Xcaret, porque lo primero que quiero es que ellos se sientan contentos y cómodos, ya llevamos mucho tiempo trabajando en toda la propuesta. En el diálogo con los chefs, en saber de qué va su restaurante, qué es lo que quieren proyectar con la indumentaria, pensar en el diseño.
El lenguaje de la moda es bien complejo y súmale que tiene que ser ropa de trabajo y además está hecha con comunidades artesanales; entonces les vas sumando cositas y se vuelve toda una producción que involucra a muchas personas.
¿Cómo se involucran los artesanos en tu propuesta de diseño para hotel boutique La casa de la playa?
Para empezar me parece muy bello que representantes de diferentes grupos étnicos en México sean los que te den la bienvenida en La casa de la playa. A mí y a grupo Xcaret siempre nos ha interesado el arte popular mexicano. Y se ve en los cuartos exclusivísimos, donde no te recibe un cuadro de un pintor famoso, sino un corazón de chaquira hecho completamente a mano, bellísimo; o una lámpara que está hecha en bejuco; entonces son esos detalles que compartimos como casa de moda y casa hotel.
Ese afán tuyo por dar presencia a los artesanos, pero sobre todo reconocimiento no es nuevo…
No, no es nuevo, llevo muchos años trabajando en eso; por ejemplo, en noviembre estuvo la Feria Original en Los Pinos, de la cual hay un decálogo que tiene que ver con buenas prácticas, entre ellas que todas estas colaboraciones deben ser respetadas y reconocidas; entonces, siempre que se hace una colaboración tienes que nombrar a los colaboradores, pero también tienes que saber cuál es su técnica, de dónde viene, porque es ahí donde tu corazoncito se enamora o entiendes la complejidad de una técnica, y te enamoras de las manos o mentes creadoras.
No es nada más la manualidad, sino muchas veces hasta miles de años que se lleva desarrollando la técnica en cuestión, como el Telar de cintura. Son técnicas que le pertenecen al desarrollo de la humanidad.
Para mí es muy importante ser muy clara en lo que hacemos. Por ejemplo, ahorita en Original hicimos una pasarela y cuando bajamos, la artesana iba adelante y luego yo. La señora Feliciana Hernández, que es de Michoacán, una maestra artesana, y así todo el tiempo porque son colaboraciones que llevamos haciendo hace mucho tiempo. Son prácticas que no se deberían de presumir, sino exigir. Es como lo natural.
¿Falta mucho por hacer para que se reconozca, se respete y se consuma el trabajo artesanal?
Cada vez estamos entendiendo más que, nosotros como usuarios, somos parte de la cadena, somos responsables de lo que nos ponemos, de lo que compramos, etc., porque no nos podemos hacer guajes. Yo no puedo decir esa persona no le dio crédito, o esa persona hace tal y tal y tal. No, tú tienes que voltearte a ver y ser un consumidor consciente. Ahora es muy fácil investigar, saber cuáles son las marcas éticas, ya todo está en línea y puedes preguntar.
Y otra cosa que para nuestra casa de modas es muy importante, es que no podemos ser juez y parte; es decir, yo no puedo decir que esa casa de moda dice que es ética; y yo misma juzgar que es ético y que no. Por eso hemos buscado organismos muy potentes internacionales, que te dicen y que todo el tiempo te están evaluando para tener esa certificación.
¿Cómo surge tu inquietud por apoyar a los artesanos?
Es un gusto por lo mejor, yo tengo ese ojo, gracias al universo de que me encantan las cosas únicas, bien hechas, especiales. Y estoy segura de que los mejores diseñadores de mi país son las mujeres artesanas que viven en las montañas, en las playas, en los desiertos, en las comunidades, incluso en las ciudades.
Me queda clarísimo. Yo las veo vestidas y digo: ‘Esto es un lujo, es el mejor desfile de modas de alta costura, no le piden nada a Dior, ni a Lacroix’; entonces, esa parte de poder hacer colaboraciones y de entender quiénes son, es lo importante, es mi pasión.
Muchas de mis grandes amigas y de la gente que más admiro son artesanas y nos entendemos muy bien cuando trabajamos en conjunto, porque somos muy claras. Decimos vamos a hacer esto, vamos a colaborar en la parte creativa, en la parte productiva, porque yo no soy una diseñadora que solo pide a los artesanos mano de obra, es una cosa que también tiene que ver con el intercambio de saberes. Yo aprendo muchísimo de ellas.
¿Con esta colaboración para La Casa de Playa cierras el año?
La moda exige mucha presencia en muchos lugares, el 11 de diciembre vamos a tener un Fashion Week en la apertura del hotel; vamos a hacer una presentación muy bonita, que tiene que ver con nuestra más reciente colección que está dedicada a Marina, que es La Malinche, Malintzin, su nombre castizo y que a ella le gustaba.
Claves
Práctica su filosofía
En su sede en la calle de Marsella 72 creó un hogar para las artes populares de México. Por ello en el segundo piso tiene un espacio vivo y de difusión del arte de las comunidades indígenas, mestizas y afromexicanas.
En ese espacio se activan talleres, conferencias, demostraciones de técnicas artesanales e intercambio de ideas y acciones sobre la moda en resistencia y sus creadores.
Además del espacio de galería hay un intercambio de saberes y el contacto directo con las artesanas con quienes colabora, por eso lo llama nuestra “Casa de Moda”, ya que cuenta con dos residencias: el espacio de exhibición, los talleres y la terraza para proyectar videos, bailar, tejer y cantar.
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