Calvin Klein, así de sencillo

El diseñador, quien hoy cumple 77 años, logró, sin adornos, convertirse en una referencia de la cultura universal.

Calvin Klein cumple 77 años.
Mauricio Mejía
Ciudad de México /

Lo mejor es ir natural, pero se necesita maquillaje parea ir natural. La frase —una de las más conocidas— de Calvin Klein lo pinta entero. Desparpajado en sus diseños, ajeno a las sofisticaciones, el diseñador cambió radicalmente la cultura estadunidense. "Hay personas que no saben que existe alguien llamado Calvin Klein, piensan que es sólo un producto", dijo en una ocasión en la que le preguntaron sobre la fama que le rodeaba. El neoyorquino, nacido en plena guerra (19 de noviembre de 1942) en el Bronx, se ha preocupado por mantener a raya su vida privada. Difícilmente se le escuchará dando una opinión polémica sobre política, por ejemplo. Klein es de ese tipo de famosos que sabe que antes que otra cosa es una marca, un hombre público que vive de su talento y de la forma en la que ese nombre se vende en atractivas campañas. Y sus cualidades juegan en el campo de la ropa, ni un paso más allá. "Amo a las mujeres, intento hacer cosas bellas con ellas, no pretendo insultarlas. Mi vida no trata de ello".

Así como Hemingway o Mailer o Roth intentaron escribir la gran novela que reflejara la vida del estadunidense, la ambiciosa gran novela americana, Calvin Klein se propuso, y tal parece que lo ha logrado, vestir a la mujer contemporánea de Estados Unidos. Una mujer trabajadora, independiente y empeñosa que se ha convertido en referente de otras mujeres de otras partes del mundo. Klein, quien hoy cumple 77 años, ha tratado de mantenerse al margen de las ambiciones de otros diseñadores. No piensa en la escala social. "La mujer joven, atractiva, que tiene familia, no pertenece a la lista social", advierte. Declarado apolítico, ni demócrata ni republicano, Calvin ha depositado sus ojos en las prendas, a las que ha dado una descomunal sencillez. Cómo olvidar la fácil y pegajosa frase del comienzo de las campañas de la marca. Una bellísima Brook Shields afirmando, coqueta: "Nada se interpone entre mis Calvin y yo". Descendiente de húngaros judíos, Klein se graduó en 1962, en Nueva York. No muchos años después puso su mirada en los pantalones de mezclilla, compitiendo de lleno con la gran marca Levis. "El mundo de la moda es ferozmente competitivo", dijo en una entrevista con el New York Daily News. En esa jungla, llena de celos, ambición e instinto asesino —como el llama al ecosistema de la moda— Clavin Klein logró, sin adornos, convertirse en una referencia de la cultura universal.


@LudensMauricio

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