Daniel Espinosa lleva más de dos décadas de prestigio en el terreno de la joyería, lo que le da autoridad para comentar que actualmente México ha ganado reconocimiento en ese ámbito, pues “hay jóvenes que vienen creando propuestas interesantes de carácter universal”.
Él recuerda que en su experiencia no fue fácil encumbrarse, la constancia lo llevó a crear un estilo que hoy es reconocido y que ha sido inspirado en sus viajes, en los paisajes que ha visitado por el mundo; ya que además de la joyería, otra de sus pasiones es viajar, ir al mar de pesca y degustar la comida mexicana, concretamente el mole verde, y la gastronomía tailandesa.
¿Cómo ves el diseño de joyería en México?
Ha habido un avance enorme de cuando yo hice la primera colección, hace veintitantos años, al momento actual; los chicos y las chicas creativas en joyería están haciendo propuestas muy bonitas e interesantes, de calidad y diseño universal; me da gusto porque, de alguna forma, inicié esta brecha que hoy ya es un caminito andado para mí. Muchos más diseñadores han hecho sus propuestas y van generando su propio estilo, marcando su espacio; sí ha evolucionado de una manera increíble, y creo que en nuestro país hay mucho más potencial
¿Qué fue lo más complicado en tus inicios?
Lo primero fue generar credibilidad, y la única forma de hacerlo fue siendo constante, porque presentarte en España, Milán o París una vez no es nada, y no es esperar a tener éxito a la primera, sino que tienes que ser constante; la gente, sobre todo los europeos, tienen que verte presente y ver que no es algo efímero, sino que está planeado de manera tal, que los clientes se vayan acostumbrando al estilo, a la marca, al diseñador mismo, y es cuando realmente empiezas a generar esa credibilidad.
Incluso cuando presenté una colección en Madrid, los clientes decían: ‘¿Recuerdas, Daniel, que empezamos a trabajar hace 15 años?’, y otros me decían: ‘Hace 10’, entonces es eso, la credibilidad, es lo más complicado porque antes no había un diseñador latinoamericano que hubiera llegado a Europa, no había una historia de joyería a nivel global que saliera de México.
¿Qué consejo les darías a los jóvenes diseñadores?
Es que la fórmula es muy fácil: primero, que piensen en la creatividad, y luego, que trabajen día con día haciendo colecciones novedosas, porque la constancia es lo que te lleva a donde quieras; el ‘no’ ya lo tienes, pero hay que ir por el ‘sí’.
¿Cómo surge la inspiración, cómo te descubres como diseñador?
Tiene que ver con mi origen, soy guerrerense, soy taxqueño, y Taxco es la cuna de la platería de América Latina, y finalmente lo que hice fue retomar los elementos y la forma de fabricación tradicional y le di un estilo absolutamente novedoso, diferente, contemporáneo, y solo así, manteniendo esa parte artesanal preciosa que existe en lo mexicano hecho a mano, pero con un ojo y una visión más global.
Cuando estoy de viaje y tengo la oportunidad de conocer países, ciudades y espacios, mis colecciones adoptan parte de esa experiencia, y por eso tienen nombres de lugares, como Acapulco o Sevilla. Porque esos lugares me han inspirado y convierto en joyas esos viajes y las fotografías que tomo, de ahí viene la inspiración de los viajes, de la música, de la pintura o de todas las artes aplicadas.
¿Qué otras pasiones tienes?
Me encanta el mar abierto, me fascina la pesca en alta mar, me relaja; tanto como puedo voy a Los Cabos, Baja California, que es el lugar más espectacular para pescar, es el que conozco y son los lugares que disfruto. Soy un sagitario que en cualquier gancho me atoro, hablo con todo mundo y hago amigos por todos lados; me encanta viajar y conocer historias.
¿Qué te gusta comer?
Lo que más disfruto es la cocina mexicana, el mole verde me fascina, y la gastronomía tailandesa me enloquece, son mis dos áreas débiles.
¿Qué joyas te gusta usar?
Los brazaletes de oro blanco, con brillantes blancos y negros, porque me significan la dualidad en un ser humano, sea hombre o mujer; es una especie de recordatorio de que también las vidas tienen un objetivo, un principio y un fin; por eso muchas de mis colecciones se llaman Infinito.
¿Tienes preferencia por alguna de tus colecciones?
No es que yo la haya hecho, pero mi colección consentida es Mexican Geometry, que son unos cubos inspirados en la arquitectura de Barragán. Año con año le voy haciendo adiciones, siempre va gustando muchísimo.
En 2021 hiciste dos colaboraciones importantes, una con Alejandra Guzmán y otra con Estela Durán, ¿te gusta hacer ese tipo de colaboraciones?
Justamente el encierro, tantos meses de pandemia, me ha permitido darme cuenta de que tener alianzas y colaboraciones con gente de diversas disciplinas, como Alejandra Guzmán o Estela Durán (Stelight), es como recordar que si bien somos seres humanos y que nos puso en riesgo esta pandemia, también es cierto que la unión hace una fuerza considerable. Las joyas siempre son un detalle lindo porque te lo regalas y significa algo importante, o bien porque apapachas a alguien o a ti mismo. Quise transmitir eso a través de estas colaboraciones, el significado va más allá de ser un objeto de lujo, es un detalle amoroso, cariñoso.
Lo que hago es seleccionar cada proyecto y darle su tiempo de creación, de selección y de maduración. La colaboración que hice con Alejandra fue algo completamente nuevo porque como parte de la filosofía de la marca, lo que hacemos es generar alianzas con creativos, artistas, escultores, pintores, y por primera vez lo hice con una creativa de la música, con un ícono. Así que usamos la letra y la música de sus canciones para crear joyas. Son 70 piezas (collares, anillos y brazaletes) en las que ella tuvo una amplia participación, pues estuvo en todo el proceso.
En el caso de Estela, más que una colección tradicional hemos logrado entender cuál era su idea al crear estas 11 facetas en una piedra (diamante) tan particular. Cuando me contó cómo lo iba a relacionar con cada una de las personalidades que existen en hombres y mujeres, me resultó fascinante crear la colección en conjunto y buscar qué alternativas había para dar un marco maravilloso a una gema con un corte tan especial y tan diferenciado.
Las colaboraciones
La Guzmán by Daniel EspinosaAlejandra Guzmán y Daniel Espinosa trabajaron de manera conjunta, pues la cantante pasó largas horas, durante ocho meses en el taller del diseñador, Casa de plata en Taxco, Guerrero, para crear las 70 poderosas piezas de bronce con baño de oro de 22 kilates, cada una de ellas hecha a mano.
Stelight
SteligthColección de anillos de compromiso Stelight, creada como un homenaje a la mujer. “La gente me conoce por el área de la salud emocional, soy doctora en Psicología, pero me quise dar el gusto de crear una colección en homenaje a la mujer; por eso estamos presentando la marca Steligth by Daniel Espinosa. Yo represento la gema y Daniel los diseños”
bgpa