En una época en la que el atractivo de la gratificación instantánea impregna casi todos los aspectos de la cultura de consumo, la industria de la belleza no es una excepción. Al igual que el fast fashion —una de las industrias más contaminantes del mundo— la belleza rápida se ha convertido en una tendencia que saca partido de la búsqueda incesante de atractivo por parte de la sociedad. El impulso humano de presentar un exterior pulido a menudo eclipsa verdades menos deslumbrantes que se esconden tras los productos que utilizamos. Pocos consumidores se toman la molestia de investigar los ingredientes de sus productos de belleza, y aún menos tienen en cuenta los asombrosos residuos que generan los omnipresentes envases de plástico de la industria.
Aquí entra a la escena Jaimee Lupton, una empresaria que está desafiando el status quo de la industria de la belleza. Fundadora de MONDAY Haircare, la misión de Lupton es una respuesta directa a los dilemas éticos del mundo de la belleza rápida.
“Durante mucho tiempo, la exclusividad ha sido una palabra de moda en la industria de la belleza —menciona—. Pero, por definición, siempre significa que alguien queda excluido. Quería crear una marca más inclusiva, haciendo que los productos de calidad de salón estén disponibles a un precio accesible y en una estantería cerca de todos”.
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Una disruptora con visión, que reconoce la necesidad de cambio en una industria que con demasiada frecuencia pasa por alto su impacto medioambiental. En esta entrevista exclusiva para M Revista de MILENIO, nos adentra en su trayectoria y exploramos cómo equilibra las exigencias de la iniciativa empresarial con un compromiso profundamente arraigado con la belleza ética, y lo que se necesita para construir una marca que resuene en un mundo cada vez más consciente de sus opciones.
Cuando Jaimee Lupton se propuso lanzar MONDAY Haircare, sabía que no quería seguir el camino tradicional de la exclusividad que caracteriza a muchas marcas de belleza. Al contrario, su objetivo era democratizar el lujo, ofreciendo productos de calidad de salón a precios accesibles.
¿Por qué "Monday"? ¿Qué tiene este día, habitualmente poco amado, que lo hace el estandarte perfecto para una nueva marca de cuidado capilar?
"Cuando se trata de días de la semana, los lunes no suelen estar entre los favoritos — reflexiona Lupton—. Pero es cuando te propones lo mejor y tienes toda la semana por delante. Están llenos de promesas y optimismo, eso me encantó".
Sin embargo, la visión de Lupton no se detiene en el nombre de la marca. El verdadero desafío fue llevar al mercado un producto que no solo fuera accesible, sino que también mantuviera los estándares de lujo que los consumidores esperan.
"Era muy importante para mí conseguir una fórmula de calidad con atributos modernos, como ingredientes naturales, sin sulfatos ni parabenos, libre de crueldad y dermatológicamente testada", explica.
Esto, confiesa, no fue tarea fácil, "llevó mucho trabajo y revisiones en nuestras etapas iniciales, pero era esencial para la oferta de la marca que pudiéramos llevar una experiencia de lujo a un entorno masivo como Walmart y Costco".
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Lupton no ve la ausencia de crueldad como un extra, sino como una necesidad básica.
"Para mí, y creo que para la mayoría de la gente, estas cosas deberían ser normales cuando se trata de belleza", afirma.
En un mercado en el que la sostenibilidad y la ética a menudo se asocian con precios elevados, MONDAY desafía esta tendencia.
"No creo que esos valores deban ser un sacrificio si alguien tiene un presupuesto limitado. Estoy muy orgullosa de que hayamos sido capaces de cumplir todos esos requisitos sin renunciar al precio asequible".
A medida que su marca crece, Lupton se enfrenta a un desafío común entre los emprendedores, que es saber cuándo delegar: "Nuestro equipo de marketing empezó siendo y un becario remunerado y yo. Ahora somos dos docenas de personas en varios países", dice. La expansión ha permitido a Lupton confiar en su equipo, especialmente ahora que ha asumido un nuevo rol: el de madre. "Aunque sigo estando muy involucrada, tener tiempo libre para pasar con mi hija se ha vuelto más importante, y eso significa confiar ciertas cosas a mi equipo".
El camino no ha estado exento de obstáculos. Como muchas mujeres emprendedoras, Lupton ha tenido que enfrentarse al síndrome del impostor, esa voz interna que cuestiona constantemente su capacidad y logros. Las mujeres hemos sido socializadas para ser más autocríticas y dudar de nuestra competencia, lo que a menudo las lleva a subestimar nuestros logros. La sociedad nos ha enseñado a cuestionarnos más, a sentir que necesitamos demostrar nuestro valor constantemente, y eso puede hacer que dudemos de nosotras mismas incluso cuando estamos perfectamente capacitadas.
Para Lupton, la clave para superar este obstáculo radica en rodearse de personas que complementen sus habilidades y en aprender a confiar en su propio juicio. "Hay un cierto nivel de síndrome del impostor que sentí cuando lancé mi marca. Creo que todo el mundo lo siente en algún momento. Las cosas caen en su sitio y he mejorado constantemente".
A quienes están comenzando en el mundo del emprendimiento, Lupton les ofrece un consejo sencillo pero poderoso: "Formar parte del grupo demográfico al que intentas comercializar es un superpoder. Estar en la mente del consumidor, especialmente en el sector de la belleza, es algo que no se puede comprar ni negociar. Úsalo a tu favor".
¿Qué sigue para Jaimee Lupton? Revela que tienen media docena de nuevos productos en desarrollo y que espera que pronto estén disponibles en México. Con su enfoque en la inclusión y la accesibilidad, parece que MONDAY está listo para llevar la belleza diaria a un público aún más amplio.
evt