Ante el lanzamiento del filme House of Gucci con las increíbles actuaciones de Adam Driver, como Maurizio, Gucci y Lady Gaga, como su esposa Patrizia Reggiani, las búsquedas sobre su vida se ha popularizado.
La película del director Ridley Scott ha despertado el interés en la familia fundadora de la marca ya que la historia comienza cuando el heredero al trono, Maurizio, muere en manos de un sicario contratado por su propia esposa.
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Por ese fatídico momento en la historia del mundo de la moda, a Patrizia se le conoce como La viuda negra de Italia; se dice que la venganza, los celos y la ambición han movido desde siempre los hilos de la vida de la mujer ya que no nació dentro del mundo de la alta sociedad, pero siempre supo moverse dentro de él.
Reggiani nació en 1948 y siempre la ilustraron como una verdadera villana de telenovela cuando comparas los motivos por los cuales opera y lo frío y calculadores que llegaron a ser sus planes. Ella con el tiempo logró ascender en la escala social gracias a la ayuda de su padre hasta codearse con lo más selecto de Milán.
En un principio el clan Gucci no la aceptó en la familia, hasta que en 1972 se casó con Maurizio y los miembros no tuvieron de otra más que aceptar el feliz matrimonio por el que el nieto del fundador luchó tanto tiempo. Fue hasta los 80s y 90s cuando Reggiani consiguió más fama.
Lady Gucci fue el apodo oficial que le dieron en Italia a Patrizia ya que la pareja gozaba de yates, islas privadas y un sinfín de propiedades regaladas por la familia, poniendo en alto el apellido familiar, gastando alrededor de 10 mil dólares mensuales en orquídeas u organizando fiestas temáticas ‘de colores’ que organizaba regularmente para su círculo de lujo —el cual incluía a los Kennedy— en las que la ropa, la decoración y la comida eran de un solo tono, el color naranja era su favorito.
La vida para la feliz pareja era un constante desfile de moda del amor, entre viajes, celebridades y muchos lujos. Pasó el tiempo y después de tener dos hijas juntos, sin explicación alguna Maurizio dejó a Patrizia por otra mujer más joven en 1991. Según los informes del caso, un día se fue y nunca regresó.
Eso fue duro para ella, pero la vida le tenía otra difícil prueba, al año siguiente se le diagnosticó un tumor cerebral, que afortunadamente le pudieron extirpar. Y para terminar de fertilizar su ira, en 1993, Maurizio vendió su participación en Gucci a Investcorp por $ 120 millones de dólares, una decisión que molestó a Patrizia ya que estuvo muy involucrada con la marca florentina durante el tiempo que duró su matrimonio.
Poco a poco Lady Gucci se fue alimentando de ira y venganza debido a las crueles vueltas de la vida. Ella solía decir que ese apellido fue una maldición en su vida. Fue sino hasta dos años después, que Maurizio murió abatido a tiros cuando entraba a su oficina una mañana de primavera.
Patrizia fue inmediatamente la sospechosa número uno, pero no fue hasta el 31 de enero de 1997 cuando fue arrestada y en 1998 declarada culpable de organizar la muerte de su esposo a manos de un asesino, llamado Benedetto Ceraulo, quien aceptó la módica cantidad de 290 mil dólares, para llevar a cabo el asesinato.
En el juicio se logró obtener la verdad de que Patrizia había contratado al pistolero para matar a Maurizio con el objetivo de asegurarse de que no volvería a contraer matrimonio y mucho menos con su entonces pareja, Paola Franchi, y mucho menos desheredar a Allegra y Alessandra, las hijas del matrimonio.
Patrizia fue detenida después de que uno de sus cómplices se jactara del asesinato y la traicionara. La prensa pronto tuvo un nuevo apodo para ella: Vedova Nera, que en italiano significa 'La Viuda Negra'. Después de ser declarada culpable, Patrizia fue sentenciada a 26 años de cárcel.
Originalmente la sentenciaron a 29 años y como se sabe, rechazó su primera oferta de libertad en 2011 porque le exigía tener un empleo. En 2014 cambió de opinión y aceptó un trabajo en una bisutería milanesa llamada Bozart, reduciendo su sentencia a 18 años.
En su primer día de trabajo los paparazzi la encontraron y la interrogaron: "¿Por qué contrataste a un sicario para que matara a Maurizio Gucci? ¿Por qué no le disparaste tú misma?" Su respuesta contenía un tono de burla y cinismo, ella dijo: "Mi vista no es tan buena. No quería fallar." Sin duda Lady Gaga logró interpretar a esta villana de la moda a la perfección, dándole ese toque glamoroso, caótico y carismático que tiene ella.
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