Natalia Reyes es admirada por muchas razones. La actriz colombiana saltó a la fama internacional al actuar junto a Arnold Schwarzenegger en la última entrega de la franquicia Terminator. Hoy, es un ícono de las películas de acción y una encarnación de la fuerza y el talento. Nos reunimos con la talentosa Natalia cuando hizo una parada en Nueva York para iluminar el Empire State con motivo del Día de la Independencia de Colombia. La estrella de 36 años comparte sus reflexiones sobre la maternidad, su incursión en nuevos papeles y su constante dedicación a la defensa del medio ambiente.
Tu más reciente proyecto, Shadow Force, será retrasado. ¿Cómo has vivido la huelga SAG-AFTRA?
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Los servicios de streaming cambiaron el panorama de la industria, se han convertido en grandes actores, al igual que los estudios tradicionales y las cadenas de televisión. La huelga es un paso necesario, teniendo en cuenta los avances en inteligencia artificial, tecnología y la forma en que el público consume contenido. Estamos en un punto en el que es preciso establecer nuevas normas, y eso es lo que subraya esta huelga. Los debates son necesarios desde hace mucho tiempo, y estar presente en Los Ángeles, y participar en reuniones con personas de ideas afines puso de relieve su importancia. Como actriz, lo veo como una nueva oportunidad. Ha llegado el momento no solo de dedicarnos a la interpretación, sino también de adentrarnos en la producción y convertirnos en narradores por derecho propio. Estamos cultivando narrativas que resuenan profundamente en nosotros. El cine independiente está preparado para florecer en este entorno, y eso es realmente emocionante.
¿Cómo te involucras en tus proyectos?
Como productora, es un proceso nuevo con el que me divierto mucho. Me encanta hacer realidad las ideas, así que me he sumergido en todos mis nuevos proyectos desde el principio, incluida la búsqueda de financiación.
Actualmente, estamos esperando la luz verde para una película. Es un proyecto que presenta a un personaje llamado Mamita, la primera superheroína latina embarazada de la historia. Todo el equipo está trabajando activamente para hacer realidad esta película.
Eres una persona sensible y cariñosa, ¿te parece irónico que eres conocida por ser una heroína de películas de acción?
Es bastante divertido, nunca imaginé que seguiría este camino. Cuando se pusieron en contacto conmigo para que trabajara en Terminator, sabía que existían esas películas, pero nunca las había visto. El concepto ha ganado una nueva capa de intriga con la llegada de la inteligencia artificial y la tecnología relacionada. La premisa es intrigante: la humanidad está en una batalla contra las máquinas que nosotros mismos creamos. Sin embargo, incluso con esta perspectiva añadida, no es el género de película que suelo buscar. Me interesan más los temas relacionados con el medio ambiente.
¿Quién es la persona que más te inspira en cuanto a activismo climático?
Durante mi estancia en Nueva York, tuve la extraordinaria experiencia de conocer a Leonor Zalabata Torres, la embajadora de Colombia ante la ONU. Es una líder de la comunidad indígena arhuaca de Sierra Nevada, que es una montaña con un inmenso significado espiritual en Colombia, y el pueblo arhuaco está profundamente sensibilizado con las cuestiones del cambio climático y el medio ambiente.
Leonor representa una perspectiva distinta a la de los entornos urbanos o los privilegios que a menudo los acompañan, habla desde el corazón mismo del mundo. Nuestro encuentro fue inesperadamente poético; encontrarme con ella en medio del ajetreo de Wall Street fue surrealista. Ahí, frente al alcalde de Nueva York, todos guardaron silencio para escuchar sus palabras y su llamado a la acción en defensa de la naturaleza. Rápidamente se convirtió en una de mis heroínas personales, es una persona a la que admiro de forma tangible. Es refrescante y vital encontrar figuras como ella, individuos con los que podemos conectar de verdad.
¿De qué manera la maternidad te ha permitido transmitir esta conciencia ambiental?
Tenía mis reservas sobre comenzar una familia, sobre todo porque era consciente del cambio climático y sus desafíos. La inminente realidad de las condiciones meteorológicas extremas —el calor implacable y el frío cortante— pinta un panorama sombrío de lo que nos espera, la perspectiva no parece prometer mejoras. Ahí surgió la pregunta: ¿debería traer a alguien a un planeta en este estado? Me di cuenta de que podría convertirme en la madre de un niño que posea una conciencia profunda, que lidere y efectúe cambios en este mundo. Esta comprensión se ha convertido en mi propósito. En lugar de introducir a alguien en una dura realidad, mi objetivo es dar a luz a un individuo intrínsecamente conectado a la naturaleza y a su herencia, que aprecie tanto su entorno como su país, convirtiéndose en un faro de conciencia y transformación positiva._
jk