Hace algunos años, entre 2017 y 2018, el mundo observaba a las mujeres estadunidenses romper el silencio respecto a la violencia de género existente en ese país y el mundo. Las actrices participaron también y nació el movimiento #MeToo, en el que muchas de ellas denunciaron los abusos que viven también en el mundo Hollywoodense. Una de las famosas más comprometidas con la causa, fue Natalie Portman, que desde entonces ha mostrado su feminismo y levantado la voz por la mujeres en la industria cinematográfica. Hoy, la actriz cumple 39 años, por lo que quisimos recordar la historia de cómo se volvió feminista, contada por ella misma en un discurso en una manifestación.
Por supuesto, no es posible darte cuenta de la violencia si no la vives en carne propia y Natalie, como muchas de nosotras, comenzó a sufrirla cuando era apenas una niña, cuando la fama la alcanzó luego de filmar su primera película, Léon, o El Perfecto Asesino, como la titularon en latinoamérica.
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En la película, dirigida por Luc Besson se cuenta la historia de Mathilda, una pequeña niña cuya familia fue asesinada por agentes corruptos de la DEA, que va a vivir con un solitario asesino a sueldo, quien comienza a entrenarla para calamar su sed de venganza. En el camino, tal como relató Portman en aquél discurso, el personaje comenzaba a desarrollar su femineidad, su voz y su deseo, tal como Portman comenzaba hacerlo también, en ese momento de su vida.
Portman estaba cumpliendo, a su corta edad, el sueño de muchísimas niñas en el mundo. Se había convertido en una actriz aclamada en Hollywood y comenzaba a probar los sabores de la fama. Sin embargo, pronto descubrió que estos podían ser muy amargos por el simple hecho de ser mujer.
Cuando tenía 13 años se estrenó la película, que tuvo una recepción excelente y respuesta del público, sin embargo, a su corta edad, Natalie tuvo que enfrentarse a la amenaza de un hombre adulto que describía, en una carta como quería violarla.
"Abrí emocionada mi primer carta por correo de un fan, para leer una fantasía de violación que un hombre me había escrito", aseguró la actriz, quien comenzó así a relatar como su cuerpo comenzó a ser un producto de consumo, algo de lo que debía estar asustada cuando apenas salía de la niñez.
"En la radio local, un locutor inició una cuenta atrás sobre mí cumpleaños 18, la fecha en la que sería legal que alguien se acostara conmigo. Los críticos de cine hablaban sobre mis incipientes pechos y entendí muy rápido, aunque tenía 13 años, que si me iba a expresar sexualmente, iba a sentirme insegura, y que los hombres se sentirían con derecho a debatir y cosificar mi cuerpo, para mi gran malestar" dijo la actriz.
Es así como Portman decidió reprimirse, dejar de lado su faceta sexual y sus deseos y ajustó su comportamiento. Pasaron años, en los que se puso la determinación de no aceptar ningún rol que involucrara contacto ni siquiera romántico, ni un beso en la pantalla, formando así ante los medios una imagen un tanto puritana que afecto incluso su manera de vestir.
Esta, relató Natalie, fue su manera de hacerse sentir que su cuerpo estaría seguro y que su voz sería escuchada, puesto que afirmó, a sus 13 años, el mensaje de la cultura patriarcal estaba claro para ella, tanto aasí que sintió la necesidad de ocultar su cuerpo e inhibir su voz y su trabajo, pues eso le daba la falsa idea de que así podría enviar su mensaje al mundo. Que era alguien que merecía respeto y seguridad, debido al "terrorismo sexual", como lo llamó ella misma, que sufrimos las mujeres.
Sin embargo, poco a poco fue dándose cuenta de que en realidad no era eso lo que quería. Ella quería un mundo en el que su pequeña hija, ella misma y las demás mujeres pudieran vestir lo que quisieran, decir lo que quisieran y expresar su sexualidad y deseo de la manera en que ellas decidieran, sin temor a ser menospreciadas por eso o sin tener la necesidad de reprimirse a sí mismas.
"Ese mundo que queremos construir es lo opuesto a lo puritano" dijo ella, por lo que propuso, en aquel discurso: "Para poder continuar con esta revolución, vamos a decir alto y claro qué es lo que queremos. 'Esto es lo que quiero, esto es lo que necesito, esto es lo que deseo. Así es como puedes ayudarme a alcanzar el placer. Vamos a hacer una revolución del deseo", concluyó Portman.
Desde entonces, ha levantado la voz en premiaciones por la falta de nominadas mujeres y este año, en los Oscar, lució una capa diseñada por Dior, bordada con los nombres de todas las directoras que no habían sido nominadas en la premiación.
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