Junio es un mes importante para Cristina Cialona y Mario Llaca, creadores del concepto del restaurante-galería María Ciento 38, porque a pesar de la pandemia celebrarán cinco años de ofrecer la auténtica comida siciliana en el corazón de la Santa María la Ribera.
Además, también es una fecha especial porque el éxito de su galería se ha materializado en la apertura de una nueva sede en la calle Hidalgo número 66 en San Miguel de Allende.
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Sentados en una de las mesas de la casona que transformaron en la Colonia Santa María la Ribera, al quitarle el abandono en que se encontraba, para recrear un ambiente cálido y ameno donde la chef La Nona hace derroche de sus conocimientos gastronómicos en cada uno de los platillos que sirve; los anfitriones comparten su emoción y orgullo porque con la realización de sus sueños, siguen creciendo los anhelos,
“BUSCABA UN LUGAR PARA QUE FUERA MI DESPACHO”
Cristina hace un poco de historia y coincide con los comentarios que minutos antes nos ha compartido su mamá, La Nona, al referirse al origen de María Ciento 38.
“Yo andaba buscando un lugar para mi despacho y como hice mi tesis (de Arquitecta) de varias colonias de la Ciudad, una de ellas fue la Santa María la Ribera, la cual me encanta; por eso busqué un lugar aquí, pero lo curioso fue que antes que mi despacho abrimos el restaurante”, donde su mamá se encarga de complacer a los comensales con su sazón y conocimientos de la auténtica comida siciliana
“Nosotros somos italianos, de Sicilia, y cuando llegué a México hace 41 años, me invitaban a comer en los restaurantes para hacerme un favor, pero comía malísimo, porque siempre me llevaban a la comida italiana; yo sufría, porque decía: por qué no me invitan a la comida mexicana’, enfatiza la chef, quien se ha unido a la charla en el patio trasero de la casa, donde se habilito el restaurante, lo cual en tiempos de pandemia fue de gran ayuda, al estar acorde con los requerimientos que demanda el gobierno.
La Nona recuerda que le dijo a su esposo que por qué no ponían un restaurante, pues en las fiestas y reuniones, todo mundo la felicitaba por su buen sazón y por la riqueza de su propuesta gastronómica.
Y en sus pensamientos también llega la respuesta que le dio su marido: “Él me decía que era mucho trabajo”, enfatiza La Nona, quien asienta con la cabeza, pues luego de cinco años de estar cocinando para María ciento 38, lo ha comprobado.
Sin embargo, agradece el éxito que ha tenido su restaurante, una propuesta que guarda los auténticos sabores de la comida siciliana, por lo que en su menú destaca la Caponata a base de berenjenas, los calamares fritos y la pasta al pomodoro, que además se cocinan con productos naturales porque “aquí nada de conservadores ni productos enlatados”, enfatiza la chef.
“APOSTAMOS A SER TRADICIONALES Y PURISTAS”
Cristina vuelve a reforzar los comentarios de La Nona al expresar: “El gran error que se cometía antes es que la gente trata de tropicalizar las cosas al lugar donde va. Y nosotros apostamos a ser tradicionales y puristas porque creemos que México ya tiene la experiencia culinaria para probar diferentes cosas aunque no estén tropicalizadas."
“Hasta hace un par de años, México estaba dentro de los 10 primeros lugares donde mejor se come en el mundo”, destaca la arquitecta.
Combinan el arte con el placer de comer bien
Es por ello que el origen de su restaurante-galería surge de la idea de “combinar el placer de la comida con el arte” en una zona que además era muy especial para ella.
“Por eso además de la comida siciliana, tenemos la galería, donde Mario, quien ya era un galero que más que tener un lugar físico vendía obras a clientes formales y específicos; y ha ayudado a formar grandes colecciones de importantes personajes; ahora puede presentar una diversidad de propuestas artísticas”.
Incluso destacó que ha sido tal el éxito de la galería que “Mario ya está abriendo otra sede en San Miguel de Allende, donde eventualmente la propuesta artística se enriquecerá con lo que tenemos acá y viceversa”, aseguro la arquitecta.
A lo que Mario Llaca destacó que aunque son dos sedes diferentes, ambas se sustentan en obras de gran reconocimiento, como la colección de las hermanas Pecanins, las propuestas de Eugenia Martínez o bien el concepto de Erick Sauced, que desde el sábado ya se puede apreciar en la galeria de Mario Llaca y en María Ciento 38
arb